La absoluta indiferencia y pasividad de las autoridades políticas y católicas de México permiten que continúe la persecución de ciudadanos evangélicos en Oaxaca, donde los católicos tradicionalistas acaban de perpetrar otro atentado contra la legalidad y la libertad religiosa.
Pobladores de San Andrés Yaá, destruyeron el templo evangélico “Monte Sinaí” por instrucciones del Presidente Municipal, Macedonio Ramírez Ventura y del Síndico Ezequiel Alejo Lucas, quienes además encarcelaron al pastor Imeldo Amaya Gabriel y lo obligaron a firmar un documento en donde se comprometía a renunciar a su fe y a pagar una multa de 10 mil pesos.