México e Italia, ni el cambio los une

Publicado el 24 enero 2012 por D10
Algunas cosas están cambiando en el mundo del fútbol. Donde antes había un cementerio, ahora hay un hospital, y donde antes había una flor, ahora hay una creciente montaña de estiércol. Eso sí, los colores de las banderas son idénticos.
El fútbol mexicano que solía jactarse de tener un estilo que respetaba la parte más genuina del juego pese a la no obtención de resultados, hace un tiempo ha comenzado a perder la paciencia por los proyectos a largo plazo. Desde la eliminación de la selección mexicana en el mundial 2006 cuyo final fue la salida de Lavolpe como DT, el fútbol mexicano ha perdido estabilidad en la infraestructura que había cimentado, y empieza a notarse en el juego local de cada fin de semana. Los tiempos se acortan, las ansiedades crecen, aumenta el desconcierto, y a no sorprenderse si en el próximo mundial, la selección mexicana siquiera pudiera pasar de la primera ronda.
La última noticia dice que cuando apenas llevan tres fechas jugadas en el clausura mexicano, ya ha habido una destitución. Se trata de  Fernando Quirarte quien tuvo que renunciar al cargo de entrenador de las Chivas del Guadalajara tras la derrota de 0 - 2 ante los xolos de Tijuana.
Por otro lado, parece que bastó con el fiasco del último mundial para que en Italia algunas cosas cambiaran. La patria resultadista poco a poco encuentra algunos equipos que intentan jugar mejor, sostener las ideas más allá de los resultados, y con apuestas a largo plazo, a ver si continúan por este camino.
Luís Enrique, DT de la Roma, fue duramente cuestionado cuando el equipo quedó eliminado de la Europa League, los hinchas nunca lo vieron con buenos ojos desde que pretendió quitarle la titularidad a Totti, o sea, la Tottilaridad, y previo al partido de liga contra la Juve, no eran pocos los rumores que aseguraban la destitución del español. El partido terminó en empate, las solicitudes de cese aumentaron, pero la directiva mantuvo la confianza en Luís Enrique quien ahora podrá renovar contrato hasta el 2015. El equipo, que no jugaba mal, empezó a meter los goles que antes no podía, y mediante el gigantesco momento de Totti que además de romperla en todos los partidos ha vuelto a convertir de a dos, la escuadra romana está más tranquila y ya ha empezado a vislumbrar los éxitos.