México en el filo de la navaja

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En la realidad, políticamente nunca han cesado los argumentos, estrategias y estratagemas en pos de la silla presidencial; desde el primer momento en que el actual Presidente de la República Felipe calderón Hinojosa resulta triunfador, se crea un intríngulis sistema opositor que intentará minar sus posibilidades; en todos los regímenes, en especial en los partidistas donde la democracia no ha terminado de cuajar, ocurre lo mismo; los políticos opositores y sus partidos creen una obligación desgastar el poder ejecutivo, ha costa y por encima del bienestar nacional.
El sistema partidista que impera en México, ha terminado por hartar a la ciudadanía; sus corruptelas, la terrible desigualdad y extremos sociales polarizados, consecuencia de una gran falta de compromiso con la sociedad y el hecho de prestarse al servicio de los grandes intereses económicos promueven una soterrada inconformidad social. Ningún político rampante vive de acuerdo a sus ingresos, su estatus socioeconómico está muy por encima al de sus ingresos, de por si exagerados y excesivos para la percepción y pobreza del ciudadano, que desde una trinchera miserable solo atisba cuanto pasa sin tener voz y voto en un sistema que en base a continuas reformas, ha ido transformado el sistema en una praxis a la medida de los intereses de la política partidista.
En el México de hoy no queda tiempo, este se ha agotado, las clases gobernantes necesitan darse cuenta de la realidad imperante en una nación que se desmenuza acosada por la pobreza y la inseguridad; una consecuencia de otra; un estado sobajado y enfrentado por la criminalidad que percibe la gran debilidad de sus instituciones consagradas. Un país maniatado por un sistema político que no tiene más visión y misión que la consecución del poder político y el hartazgo del económico. México está necesitado de héroes morales que tengan la entereza y el tamaño suficiente para enfrentar un gran cambio, un gran cambio que de agilidad a la nación y ponga límites a sus políticos rampantes. El rezago de México es impresionante, después de grandes perspectivas de crecimiento, muy por encima de las actuales y cabalgantes potencias económicas como China y la India, nos convertimos en simples espectadores del desarrollo y avance que se gestó en la última década del pasado milenio. México se rezagó económicamente, pero aún su sistema judicial es pésimo, no digamos su sistema educativo. A la fecha resulta imposible encontrar la punta de esa madeja que nos guie a la salida de ese nudoso laberinto en que se ha convertido el desarrollo nacional.

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En el Estado de Guerreo, las mismas circunstancias que privan a nivel nacional se agudizan en la región; los políticos van por lo suyo, intentando asegurar su posición y poder. Posiblemente ninguno piense en el Estado de Guerreo como tal; como un territorio atiborrado de pobres y falto de oportunidades, como una tierra de familias en la total pobreza y otras menos que ven pasar los años mientras se menoscaba su patrimonio antes que incrementarlo; posiblemente ningún político guerrerense piense o hable con franqueza de la situación vigente en Guerrero; tampoco habrá gastado una gota de su energía neuronal en intentar vislumbrar verdaderas soluciones a corto y largo plazo que signifiquen sacrificios al presupuesto propio y al de allegados; los sacrificios y el cinturón apretado, de acuerdo al mandamiento calderonista se deben aplicar siempre al sufrido pueblo.
Por primera vez deberían, los candidatos con posibilidades de triunfo en las elecciones de principios de año, pensar en el prójimo, pero no en el prójimo que tienen a un lado y que es el compadre o el amigo, pensar en prójimo con sentido religioso, no electoral, en el que lleva la peor parte y sufre pobreza y hambre, en la ciudadanía que se ve acosada por la andanada de malas noticias, desaparecidos y ejecutados. Los candidatos simplemente tienen que llevar la fiesta en paz, no contribuir a enrarecer el ambiente con campañas de miedo y pleito, Guerrero y el país no merecen que en pos de la ambición personal las pasiones se incendien. Manuel Añorbe Baños y Ángel Aguirre son guerrerenses que en la jerga diaria manejan su cariño y compromiso con Guerrero y sus ciudadanos, sus electores que tantas satisfacciones les han brindado. Es hora de pagar con acciones responsables el cariño que el pueblo les profesa.
La mala leche de esta colaboración, es considerar que, sean cuales fueran los resultados electorales en enero del 2011, el próximo gobernador será de alma y esencia priista, e igualmente, Peña Nieto tendrá un aliado incondicional.
Guerrero también necesita héroes, un héroe moral del cual no se vislumbra por ningún lado su venida, al parecer el estado de cosas permanecerán en tanto no ocurran sucesos extraordinarios; al pueblo lo tienen tomado de la cola con los programas sociales que brindan algunos pesos un mes si otro no, pero en fin pesos que tanta falta hacen; un pueblo para prosperar necesita oportunidades de crecimiento, no limosnas.

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