Las adicciones se convirtieron en uno de los principales factores de muerte en 2011. La mayoría de los padres desconoce o niega el comportamiento de sus hijos.
El consumo de drogas y alcohol ocasiona al año la muerte de poco más de 17 mil jóvenes en el país. Las adicciones se convirtieron en uno de los principales factores de muerte en 2011. La mayoría de los padres desconoce o niega el comportamiento de sus hijos.
De acuerdo con datos de la granja de rehabilitación de Alcohólicos Anónimos, el alcoholismo y la drogadicción es bastante grave: “los jóvenes mueren por ingerir bebidas alcohólicas y conducir vehículos, ocasionan accidentes e incluso se convierten en asesinos”, señala un informe acerca de este problema.
“Con ello se demuestra lo que en muchas ocasiones se ha manifestado: esta enfermedad es incurable, progresiva y mortal por sus consecuencias”.
Las estadísticas del país indican que adolescentes de apenas 16 a 17 años “ya son alcohólicos en activo y no en potencia, por lo que antes de empezar a vivir ya acabaron con su vida”.
“En los grupos de 24 horas, los muchachos que tienen mejor suerte han comenzado a llegar como alcohólicos puros, llegan contaminados, con otro tipo de drogas, incluyendo inhalantes y para ellos también hay una solución para su problema”.
“El fenómeno del enfermo de alcoholismo presenta determinados síntomas, pero lo peor es que el enfermo nunca acepta su enfermedad y por si no llega a hacer un alto, está condenado a morir, sea por cirrosis hepática o por otras complicaciones”, se apunta.
En este tipo de organizaciones, “el enfermo permanece el tiempo que él considere necesario, no se le mantiene a fuerza, ni mucho menos se le cobra por este servicio pero sí se le somete a terapias con las que se intenta alejarlo del alcoholismo”.
“Uno de los servicios más apreciados por el enfermo en recuperación es el transmitir el mensaje de vida que se da a través de conversar con otro enfermo y se le expone que por el solo hecho de estar bebiendo ya está muerto en vida”.
Los jóvenes, se plantea, son los principales afectados debido a que desde la familia se le orilla a la adopción de este tipo de escapes, “muchos de los jóvenes que están en medio de este problema son producto de una serie de alejamientos o rompimientos familiares. Ello ocasiona que para escapar de la realidad busquen las drogas o el alcohol como refugio a sus problemas”.
Lo peor es que los familiares, alejados, no se dan cuenta de los problemas en los que se encuentran sus hijos, “pero no los atienden. Los descuidan y las consecuencias son bastante severas e incluso fatales”, concluyó.