Pese a que
en América Latina se contaban a veinticinco millones de católicos la identificación de los mismos con esa religión cayó ante y a favor de las iglesias protestantes, de acuerdo a un estudio del Centro de Investigación Pew publicado en noviembre del dos mil catorce. En cuatro décadas -entre el setenta y dos mil catorce- las personas católicas han pasado de suponer el noventa y dos por ciento de la población al sesenta y nueve por ciento en América Latina mientras que “los protestantes” han pasado del cuatro por ciento al diecinueve por ciento. El principal motivo para pasar del catolicismo al protestantismo es la búsqueda de una conexión más personal con Dios. Del mismo modo muchos excatólicos dijeron haberse convertido a “protestantes” porque encontraron un estilo de culto diferente o una iglesia que ayuda más a sus miembros. Por países, Paraguay es el más católico (el ochenta y nueve por ciento de la población) y Uruguay el menos (cuarenta y dos por ciento). El catolicismo es predominante en naciones como México (ochenta y un por ciento), Colombia (setenta y nueve por ciento), Ecuador (setenta y nueve por ciento), Bolivia (setenta y siete por ciento) y Perú (setenta y seis por ciento). De igual manera, es mayoritario en Chile (sesenta y cuatro por ciento), Costa Rica (sesenta y dos por ciento) y Brasil (sesenta y uno por ciento) coronándose -aún- como el país con más católicos del mundo (unos ciento veinte millones). En países como El Salvador, Guatemala, Nicaragua y Honduras la población llega a la mitad -o un cuarenta y seis por ciento en Honduras- de la población total. El Centro Pew efectúo su investigación sobre el fervor religioso entre treinta mil latinoamericanos de diecinueve países entre octubre de dos mil trece y febrero del catorce; el único país exceptuado fue Cuba por las “susceptibilidades”, en su momento, con el tema religioso, indicó el centro de investigación.Si nos abocamos a datos de México, encontramos que la identificación de los mexicanos con el catolicismo -religión mayoritaria y cuasi oficial- cayó en quince puntos porcentuales respecto a las últimas cuatro décadas; de este dato, menos de la mitad considera la religión como muy importante en su vida.En mil novecientos diez el noventa y nueve por ciento de los mexicanos se identificaban como católico. El porcentaje varió a un noventa y seis por ciento entre los años cincuenta y setenta del siglo pasado pero en dos mil catorce éste porcentaje se ubicó en el ochenta y un por ciento.Por contraparte, únicamente el cuarenta y cuatro por ciento de los mexicanos estima a la religión como muy importante en sus vidas ubicando con ello al país en el cuarto nivel más bajo de América Latina sólo superado por Argentina con cuarenta y tres por ciento, Chile con cuarenta y un por ciento y Uruguay con veintiocho por ciento.
Si buscamos datos opuestos, la religión sigue siendo importante para el noventa por ciento de los hondureños, para el ochenta y nueve por ciento de los guatemaltecos, para ochenta y ocho por ciento de los nicaragüenses y ochenta y cinco de los salvadoreños.
Pero a pesar de las cifras anteriores, para los mexicanos creer en un dios todavía es una opción “viable” ya que el noventa y cuatro por ciento de los mexicanos dijeron, en dos mil catorce, creer en Dios -entiéndase el judeocristiano-.
El resto de los países de Latinoamérica tiene porcentajes que van del noventa y ocho al noventa y nueve por ciento en cuanto a creer en Dios; solo acompañan a los mexicanos los argentinos, chilenos y uruguayos como los que menos creen en una deidad con un noventa y tres, noventa y dos y ochenta y un por ciento respectivamente.
Cuarenta y cinco por ciento de los mexicanos dice asistir semanalmente a la iglesia pero la cifra asciende a setenta y dos por ciento entre los mexicanos protestantes y se reduce a cuarenta y cuatro por ciento entre los católicos mexicanos.De hecho, a nivel Latinoamérica los protestantes tienden a ser más practicantes que los católicos: un ochenta y tres por ciento y un sesenta y dos por ciento, respectivamente, acude a la iglesia -al menos- una vez al mes.
Si nos vamos por país, el setenta y cuatro por ciento de los guatemaltecos dicen que asisten semanalmente a misa contrarrestando con Uruguay en donde apenas el trece por ciento de la población asiste al oficio semanal. Enfocándonos nuevamente a México, cuatro de cada diez mexicanos dicen rezar diariamente; en su contraparte, ocho de cada diez guatemaltecos y paraguayos llevan a cabo una oración diaria. Por su parte, en Uruguay solo el veintinueve por ciento de la población reza al menos una vez al día. ¿Cuántos leen la Biblia?Quince por ciento de los mexicanos dijeron leerla mientras que el cincuenta y siete por ciento de lo salvadoreños lo hacen, de ellos, le siguen los dominicanos con el cincuenta y cinco por ciento, los guatemaltecos con el cincuenta y dos por ciento y los hondureños con el cuarenta y nueve por ciento.
Argentina y Uruguay repiten como “los de menor porcentaje”: quince y catorce por ciento respectivamente.Hablando del Papa él cuenta con un noventa y ocho por ciento de aceptación en Argentina, noventa y tres en Colombia y Costa Rica; en Brasil y Panamá la aceptación del pontífice es del noventa y dos por ciento.
En los demás países, incluyendo México, la aceptación del Papa ronda el ochenta por ciento excepto en Bolivia donde el líder católico goza de la menor popularidad, según la encuesta, entre los católicos de dicho país con el setenta y ocho por ciento.