Por supuesto seguiré paseando, para que ella le regale momentos sutiles a mis sentidos, o para capturar el detalle o el todo que aun se me resiste. También para ver la ultima barrabasada que cometen los “cartagineses”, amos y señores –sin serlo por derecho- de La Mezquita. Pero sobre todo, porque es necesidad de sentir el roce del Alma de Córdoba.
Que la Mezquita me apasiona, es notorio. Que cada vez que la visito me descubre uno de sus infinitos secretos, es cierto. Querer exponer aquí más o menos bien, algunos de sus incontables detalles, queda en anécdota.Esta es la cuarta y última entrada en el blog sobre La Mezquita de Córdoba.
Por supuesto seguiré paseando, para que ella le regale momentos sutiles a mis sentidos, o para capturar el detalle o el todo que aun se me resiste. También para ver la ultima barrabasada que cometen los “cartagineses”, amos y señores –sin serlo por derecho- de La Mezquita. Pero sobre todo, porque es necesidad de sentir el roce del Alma de Córdoba.
Lapida fundacional de un edificio ajeno a La Mezquita (Medina Azahara?) Sirvió de lapida funeraria a un canónigo. Al parecer no les importó a sus colegas enterrarlo bajo el nombre de Alá.
Estas pequeñas columnas (junto a las dos del lado opuesto) sostienen el arco del mihrab. Procedían del mihrab de la ampliación de Abd al-Rahman II. Siempre me han parecido magnificas. Creo que serian la joya en cualquier museo
Si aun no conocéis la antigua Aljama de Córdoba ¿a qué esperáis? Si la conocéis, volved con la mirada renovada. Me comprometo a serviros de guía silencioso. Aquí os espero
Por supuesto seguiré paseando, para que ella le regale momentos sutiles a mis sentidos, o para capturar el detalle o el todo que aun se me resiste. También para ver la ultima barrabasada que cometen los “cartagineses”, amos y señores –sin serlo por derecho- de La Mezquita. Pero sobre todo, porque es necesidad de sentir el roce del Alma de Córdoba.