Mi amigo el nerdo ¿De dónde viene, quién es, y qué quiere?

Por Bvillar1970

Por Bernardo Villar

Como sea que lo llames: Nerdo, cerdo, nabo, chango, chancho, todos tenemos uno y nos sigue a todos lados. Esa pequeña voz que con la mejor de las intenciones te recuerda todo lo que no puedes hacer y todo lo que "está mal contigo". Puedes pelearte con ella, resistirla, quererla callar, sin embargo ahi va a estar toda tu vida, así que aprende a vivir con ella.

En estas líneas lo llamaré nerdo porque es como lo definen frecuentemente en mi país: un personaje disfuncional y analítico que no deja de dar sus opiniones sobre todo lo que supuestamente sabe, y tal parece que sabe de todo. Si tu lo conoces con algún otro nombre, pues nomás haz el cambio cuando lo vayas leyendo y ya está.

Muy bien, comencemos por averiguar de dónde viene. La pista la tenemos en cómo se manifiesta: como un verdadero interlocutor interno, como una vocecita que no sabe guardar silencio. Una vocecita, un diálogo, es decir, viene de una característica que nos identifica y define como seres humanos: el lenguaje. El contexto lingüistico del ser humano hace posible que exista y se manifieste por medio de palabras, frases y un diálogo en el que nos enfrascamos con facilidad. De algún modo el contexto del lenguaje nos hace capaces de pensar con palabras.

OK, viene del lenguaje, ¿pero quién es? ¿No has notado que su voz se parece mucho a la tuya? Pues el nerdo no es otro que tú mismo. Es un tú alternativo, es la identificación que has hecho toda tu vida con factores externos, tu ego. De algún modo, el nerdo es el guardián de esa historia que cuentas sobre ti. Un guardián muy celoso de quién se supone que eres y lo que puedes o no hacer. Es algo así como tu director de contexto.

¿Qué es lo que quiere? Pues lo que quiere es mantener intacto ese contexto que eres tu. Te quiere mantener vivo, quiere que luzcas bien, quiere que no te arriesgues. Podríamos decir que es la persona que más te quiere y a quien más le interesas, es una madre sobre protectora y bien canija.

Haz este experimento, toma papel y lápiz y haz una pequeña lista de lo que te ha dicho hoy tu nerdo sobre lo que puedes hacer, sobre tu apariencia, sobre tu trabajo, tu inteligencia, tu competencia, tus habilidades, tu valor...

Mi mamá algunas veces dice que tanto quiere el diablo a su hijo que termina sacándole un ojo. Pues bueno ese es el mismo pecado del nerdo. Te quiere tanto que con tal de mantenerte seguro se ocupa de que no te arriesgues, no hagas nada nuevo, luzcas bien, te alejes de las orillas de tu zona cómoda y vuelvas a donde más cómodo es. No trates nunca de cambiar nada. Así estás bien.

¿Qué puedes hacer con él? Pues primero que nada y principalmente, saber que existe y lo que hace y no perderlo de vista, porque muy fácilmente podemos creer que lo que nos dice es lo que queremos y no siempre es así. El nerdo es un buen secretario, te puede hacer parar y ver lo que estás creando, te va a hablar, te va a gritar cuando comiences a hacer lo que tu quieres y no lo que él cree que es correcto. No siempre está equivocado, hay cosas que no deben hacerse por impulso, así que el truco es escucharlo, darle las gracias por la información, recordarle que solo es el secretario y no el patrón y tomar las decisiones que vayan alineadas con tu visión sin importar si tu amigo el nerdo cree que es lo correcto o no.