Aún así desayunamos, nos duchamos, y nos dimos nuestros regalos... que nos recordarán que hay que pasar cada minuto, cada segundo pensando el úno en el otro y en nuestra hija y seguir siendo tan felices y luchando por esta vida que tanto nos gusta.
Mientras Alejandra se lo pasaba divino ella sola haciendo carreras en la arena, dice que se había hecho un circuíto.