Mi bebé duerme mal desde que aprendió a gatear

Por Pilarmartinez @Pilar_Mtnez

Como todos los viernes, hoy respondemos vuestras consultas en el blog en la sección Los Viernes la psicóloga responde en Maternidad Continuum gracias a mis maravillosas colaboradoras.

Hoy contamos con Mónica Serrano para responder la consulta.

Mónica es Psicóloga Infantil, Especialista Psicóloga Perinatal, especialista en maternidad, la crianza con apego y en acompañamiento durante la maternidad. Para un asesoramiento más amplio, podéis contactar con ella escribiendo a psicologa@bambulah.es Puedes ver los servicios de asesoramiento que ofrece aquí y puedes leer sus artículos en el blog www.psicologiaycrianza.com

Consulta

Soy mama primeriza y la verdad es que estoy desesperada porque mi bebe no se duerme. Ya estaba durmiendo bien en su cuarto a los 9 meses. Le daba pecho o a veces biberón o sólo con la música y se dormía. Pero desde los 9 y medio que gatea ya no quiere dormir.

Ya va a cumplir 10 meses o sea que llevo 15 días sufriendo porque lo pongo a dormir y se retuerce en su cama y si le pongo la mano en la panza me patea y más llora… Solo se calla cuando se voltea y lo dejo que gatee…

También no se si influya que le esta saliendo su primer diente.

Y otra cosa, cuando lo logro dormir se levanta a diario (desde estos últimos 15 días) a las 3 am y llora y llora hasta que lo dejo gatear.

Respuesta

Estimada amiga. Gracias por compartir tu consulta en este espacio.

Es una realidad que resulta la falta de descanso es un acontecimiento muy estresante para cualquier persona. A lo largo de los primeros años de vida de los niños, las madres pasamos temporadas en que nuestro descanso nocturno se ve muy deteriorado.

Comprendo tu malestar y tu angustia perfectamente. Sin embargo, todo esto es temporal. Cuando crecen un poco, los niños empiezan a tener menos despertares, a dormir durante períodos de tiempo más largos y a tener un sueño más tranquilo.

Los niños de entre 9 meses y dos años (aproximadamente) se caracterizan por presentar un patrón de sueño intranquilo, alterado, marcado por los numerosos despertares.

Los niños de entre 9 meses y dos años (aproximadamente) se caracterizan por presentar un patrón de sueño intranquilo, alterado, marcado por los numerosos despertares

Esto se debe a que en esta etapa de la vida del niño, la rápida evolución del mismo está llena de acontecimientos importantes y novedosos que el niño tiene que asimilar. El gateo y la irrupción dentaria son algunos de ellos, así como el control de esfínteres o la etapa de la angustia por la separación.

En el caso de tu hijo, comentas que acaba de comenzar a gatear. El gateo les permite a los niños una deambulación independiente que abre un amplio abanico de nuevas posibilidades de exploración, experimentación y aprendizaje a lo largo del día. Estas nuevas experiencias inciden en el sueño del bebé, tornándolo más intranquilo e incrementándose los despertares nocturnos.

La irrupción dentaria, que también comentas en tu consulta, es otro factor que contribuye a la alteración del sueño, por lo que también podría ayudarnos a explicar los cambios que has observado en tu hijo.

Por tanto, lo que has observado en el sueño de tu hijo es normal y está acorde con el momento evolutivo en el que el niño se encuentra.

Para facilitar un sueño menos alterado, te recomiendo que duermas junto a él. Sentirte cerca fomenta la sensación de seguridad y, por ello, la tranquilidad del sueño.

Para facilitar un sueño menos alterado, te recomiendo que duermas junto a él. Sentirte cerca fomenta la sensación de seguridad y, por ello, la tranquilidad del sueño

Por otra parte, recordar que la lactancia materna es favorecedora de la relajación y, por tanto, fomenta la tranquilidad en el sueño.

En cualquier caso, es recomendable que lo atiendas de manera inmediata en cada despertar y le ofrezcas las herramientas que posee para calmarse (pecho, chupete, biberón…).

Del mismo modo, si lo que desea es gatear, permítele que lo haga. Es una habilidad recién adquirida que desea experimentar, ensayar y consolidar, incluso por la noche. Permíteselo. En cuanto la vaya consolidando, dejará de demandar gatear por la noche.

Procura evitar que el llanto se prolongue y/o se intensifique demasiado, tanto por el día como por la noche, porque el estrés generado por el llanto prolongado contribuye a la alteración del sueño.

Si deseas ampliar tu información sobre sueño infantil, te invito a mi próximo Taller Online “Necesito Dormir”.

Con esto, espero haber resuelto tus dudas. Recibe un fuerte abrazo.

Mónica Serrano