Mi compañero

Por Aceituno

A todos los que nos han acompañado con sus mensajes, su apoyo y su presencia a prueba de distancias, contarles que mi chico, mi sol, ha emprendido ya su último viaje.

Se ha ido dejando el alma en la lucha, con la paz de quien lo entrega todo, satisfecho de haber plantado cara al enemigo.

Si pienso en su vida, creo que siempre puso el alma en todo, queriendo vivir a tope, conocer lugares lejanos, apostar por lo extraño y no convencional, poniéndose a prueba en cualquier decisión. Sin miedo a temer.

Caminé orgullosa a su lado, con la frente en alto, consciente del hombre excepcional que tenía junto a mí. Por eso, atesoro la alegría de haberle expresado este amor, mirándole a los ojos, tomando sus manos, besando su piel, cada uno de los días que estuvimos juntos.

Quedamos solas, su cámara y yo, añorando al hombre que sacaba de cada una lo mejor. Sé que le costará acostumbrarse a mi tacto, pero comprende que vivimos el mismo dolor. A él siempre le gustó esta foto, yo feliz de mostrarle lo que aprendía, y vaya que aprendí.

Cumpliré mi promesa de proteger la alegría de este amor, de que un final no determine una historia, igual que una golondrina no hace verano. 

Gracias a todos quienes pasaron por este rincón, este espacio fue una enorme motivación, y vuestros mensajes una caricia en horas bajas.

Gracias por espantar la soledad, por entregar rayos de luz, porque aún siendo desconocidos, nos sentimos arropados por esta cálida compañía.

Feliz viaje Fotonauta, gracias por tu generosidad y valentía. Hasta siempre, amor.