Sinopsis Editorial:
Una cabaña sin ventanas en medio del bosque. La vida de Lena y sus dos hijos sigue reglas estrictas: los horarios para comer, ir al baño o estudiar se respetan a rajatabla. El oxígeno les llega a través de un «aparato de circulación». El padre provee a la familia de alimentos, los protege de los peligros del mundo exterior, se ocupa de que sus hijos siempre tengan una madre. Pero un día consiguen escapar... y es entonces cuando empieza la verdadera pesadilla. Porque todo parece indicar que el secuestrador quiere recuperar lo es suyo. En un thriller tan emocionalmente impactante como profundamente conmovedor, Romy Hausmann va desplegando línea a línea el panorama de un horror que sobrepasa toda capacidad de imaginación.
“Mi dulce niña” fue una de mis lecturas cinco estrellas de marzo. Una historia dura que inevitablemente me ha recordado a la novela "La Habitación" de Emma Donoghue, que leí hace ya unos años y que también me gustó mucho, aunque ya os digo que aparte del secuestro en sí, la historia es muy diferente.
Antes de nada os diría que os saltéis la sinopsis del libro porque en mi opinión ofrece demasiada información, aún así no me ha impedido disfrutar de la lectura, pero preferiría haber ido a ciegas.
La novela comienza con el atropello de una mujer, que al parecer está huyendo de su secuestrador en compañía de su hija. Cuando la recoge una ambulancia, es Hannah, la hija, la que facilita el nombre de su madre a los sanitarios, Lena, un nombre que coincide con el de una chica que había sido secuestrada hace más de doce años.
Los datos (entre extraños y terroríficos) que la niña va ofreciendo en el hospital mientras atienden a su madre, ponen en guardia a la policía y pronto darán con la cabaña donde estuvo secuestrada. Allí encontrarán un segundo hijo y el cadáver del secuestrador. Lo que puede parecer un final feliz no lo es tanto, porque Lena ya conocía un mundo distinto a las cuatro paredes donde estuvo encerrada, pero sus hijos no. Para ellos el mundo era aquella cabaña y lo que allí pasaba era “normal”, así que nada será fácil para ninguno, ni para los liberados ni para los que llevaban esperando esa liberación.
Es terrible leer esto y pensar que aunque sea una historia de ficción, está basada en las historias de mujeres que han sufrido esta privación de libertad por parte de hombres, que por otro lado hacían una vida normal y de los que nadie podía sospechar absolutamente nada. Es un libro perturbador que al principio resulta algo confuso hasta que poco a poco las piezas van encajando y es entonces cuando más terrorífico se vuelve. Esta es la historia de un amor enfermizo y de una mente perversa y de las consecuencias que tuvo para quienes se convirtieron en sus víctimas. Duro, pero muy recomendable.
El primer día pierdo la noción del tiempo, la dignidad y una muela. A cambio, ahora tengo dos hijos y una gata. No recuerdo cómo se llaman, salvo la gata, la Señorita Tinky. También tengo un marido. Es alto, con el pelo corto y oscuro, ojos grises. Lo miro de soslayo mientras estoy sentada a su lado en el sofá raído. Atrapada en su abrazo, siento latir las heridas que me bajan desde la parte alta de la espalda. Es como si cada una de ellas tuviera su propio pulso. El corte de la frente me escuece. De vez en cuando lo veo todo negro, o aparecen relámpagos blancos ante mis ojos. Entonces intento solamente respirar.