Mi onceava semana de embarazo ha pasado volando gracias a mi preparación para el Test de Tolerancia Oral a la Glucosa, del que os hablaré el miércoles. Por culpa de esta “preparación” con una dieta especial, me he sentido especialmente mal, así que los síntomas que os describiré estarán teñidos por este motivo.
- Cansancio y fatiga
Sigo hecha un trapo. Cuando alguien que sabe que estoy embarazada me pregunta como estoy, esto es lo único que se me ocurre decirle.
Estoy agotada. Esa es la palabra.
- Náuseas
Por culpa de la dieta especial previa a la curva larga de glucosa, que incluye un montonazo de comida que no estoy acostumbrada a comer, no solo he tenido náuseas, sino arcadas y subida de vómito hasta la garganta. Pero no he llegado a vomitar.
Los tres primeros días de la semana en los que hice esa dieta, tuve náuseas a todas horas. Cuando dejé de hacer la dieta, mi cuerpo estaba raro, y seguía teniendo náuseas, pero no tan fuertes. No sé explicarlo, pero en resumen, NÁUSEAS.
- Dolor de regla
El pasado miércoles tuve dolor de regla otra vez. No tan fuerte como en las primeras semanas, pero sí era un dolor que se extendía por riñones y piernas. Duró muy poquito, pero es increíble como sigo asustándome con estas cosas.
- Dolor tipo tirón
Este nuevo dolor/molestia lo estoy sintiendo cada vez más. En la parte baja del abdomen, por las ingles e incluso por la parte externa de la cadera. Toda la zona se está expandiendo y yo lo estoy notando.
- Despistes
Tengo una agenda y no sé ni para qué. Yo apunto las cosas, pero luego no la miro, entonces ¿de qué me sirve?
Los despistes siguen estando ahí.
- Mala leche
Me he dado cuenta de que me enfado enseguida, aunque creo que siempre tengo motivos, evidentemente.
El pasado lunes os hice saber por Twitter que me cagué en un compañero de trabajo que llevaba dos semanas diciéndome que “vaya ojeras”. El caso es que el tipo este sabe de mis tratamientos y sabe de mi embarazo, y el muy $%&! no entiende que mi mala cara puede deberse a eso.
El lunes exploté y le dije que dejase mi cara en paz, porque es que encima no me lo dijo directamente, no. Primero me dijo si había descansado bien, y cuando le dije que si, me soltó “pues vaya ojeras tienes“. El tío se mosqueó conmigo y dijo que ya no me diría nada más. Y ahí lo tengo, a raya.
Por otro lado, yo siempre he sido bastante mindundi frente a personas que se me han colado comprando el pan, o que me han empujado en el bus, etc. Nunca decía nada porque prefería evitar un conflicto y a mí, la verdad, no me importaba mucho.
Ahora muerdo. No me da la gana. Aunque este carácter creo que me viene de antes de embarazarme, que la infertilidad ha sido la que me ha vuelto así, no me he dado cuenta hasta ahora de que había cambiado tanto.
- Ascos a mis comidas favoritas
Ahí siguen. ¡Qué asco de ascos!
Esta semana con la dichosa dieta no he podido comer lo que he querido, hasta que llegó el jueves que me fui a comer al Burger. Y de postre un helado bien merecido.
Sigo teniendo pendiente un Frappuccino, pero tiempo al tiempo.
- Pechos
Siguen doliendo y molestando a ratos. Me hice con un sujetador de lactancia, y tuve que aumentar la talla, tanto de contorno como de copa. Otro día os hablaré de eso.
- Flujo
Sigo tal cual. Mucha cantidad de flujo, y salvada por los maravillosos salvaslips.
- Tránsito intestinal
Los tres días de dieta especial no fui al baño ni una sola vez. Os podéis imaginar qué dolor de barriga tenía, ¡qué hinchazón!
En cuanto el jueves volví a comer normal, volvió la normalidad y volví al baño una vez al día.
- Hinchazón
Lo que os decía antes. Durante los primeros días de la semana por culpa de la dieta estaba hinchadísima. Fue dejarla y bajé de volumen otra vez.
Eso si, tengo barriga. Aunque aún no sea el bebé, esta ahí, no puedo hacer nada con ella, y si me pongo ropa ajustada se nota. Parece barriga de cervecera, y la verdad, no me veo “guapa”.
- Ganas de hacer pipí
La frecuencia de mis micciones es elevada. Durante el día creo que son normales, pero por la noche me levanto siempre, cuando antes he aguantado toda la noche.
Lo que si he notado es que me cuesta más vaciar la vejiga. Resulta extraño, pues cuando queda poco pipí, que noto que ya estoy acabando, empieza a salir mucha menos cantidad durante muchísimo rato.
¡Y hasta aquí mi undécima semana de embarazo!
Hoy cumplo 11 semanas, y el jueves por la tarde voy a ecografía por el privado, ¡me muero de ganas! Me darán los resultados del Triple Screening y podré volver a ver a Bolita. ¡Espero poder contaros como ha ido el viernes por la mañana!
Podéis ver aquí los síntomas de la semana 10 de embarazo.