La semana pasada fue increíble. Cumplir 12 semanas fue, para nosotros, un hito, y como tal, quisimos compartirlo con todos.
Dimos la noticia, y ya no es un secreto, ¡estamos embarazados!
Muchos de mis síntomas han empezado a remitir, pero no puedo cantar victoria, pues siguen estando ahí, aunque en menor intensidad.
- Cansancio y fatiga
Estoy mucho menos cansada, aunque el viernes pasado me pasé la tarde de picos pardos y me pasó factura. A las 22h ya era un cacho de carne inútil. Terminé yéndome a dormir a las 12 y al día siguiente tampoco era persona del todo.
El sábado dormí 11 horas y parece que me recuperé.
- Náuseas
Durante toda la semana he tenido momentos de náuseas. Cuando estaban conmigo las 24h parece que terminaba acostumbrándome a ellas, ahora, que aparecen así de repente, es como que las noto mucho más.
- Dolor tipo tirón
Ese dolor muscular en las ingles y en la parte baja del abdomen ha estado presente esta semana más que nunca, y es que la barriga ha aparecido de repente.
Yo pensaba que tardaría un poco más en salir, pero al ser pequeñita parece que se me nota mucho más.
- Despistes
Esto no cambia. Sigo estando poco alerta y me estoy acostumbrando a ello.
- Ascos a mis comidas favoritas
Precisamente esta semana, con la reducción de las náuseas pensé “voy a intentar comer pescado”. ERROR. Pero error de los grandes.
Conseguí comerme medio lomo de salmón entre arcadas, y cuando me quedaba la mitad, me eché a llorar. No podía más, ¡era una tortura!
- Pechos
Los pechos siguen estando sensibles, pero no muy doloridos. Solo a ratos.
- Flujo
Esta semana tuve un sustillo, porque aunque mi flujo se ha reducido bastante, un día vi al limpiarme que tenía consistencia grumosa, exactamente igual que en una candidiasis.
No tenía picor ni nada, pero al día siguiente aprovechando que tenía cita con la ginecóloga de la SS le pregunté. Me dijo que si no tenía síntomas no había que tratarlo, porque podía ir y venir.
Precisamente después de esta visita, no he vuelto a ver mi flujo con ese aspecto. Ha vuelto a ser como era antes, sin aspecto sospechoso.
- Tránsito intestinal
Sigo yendo muy bien al baño. Aunque si tengo ganas, no aprieto, simplemente me quedo esperando al peristaltismo y a veces hasta se me duermen las piernas de tanto esperar.
Pero en general, muy bien. He ido todos los días al baño.
- Sensibilidad
Esta semana ha sido rara. Han habido tres días en los que me he puesto a llorar sin motivo alguno, sin estar triste.
Fue muy extraño porque era como que mis ojos necesitaban expulsar lágrimas y el sofoco me que cogía me aliviaba. No sé, no me gusta que me den estas lloreras sin sentido, pero supongo que serán las hormonas. Son la excusa fácil para estas cosas ;)
- Ganas de hacer pipí
No he dejado de leer en algunas aplicaciones de embarazo que la llegada a las 12 semanas hace reducir considerablemente las ganas de ir al baño.
No sé que deciros, la verdad, yo sigo meando muchísimo.
- Dedos hinchados
Después del episodio de la semana anterior con mis anillos, esta semana volví a ponérmelos, y me sentía cómoda.
Hasta que de repente llegó otro día que me molestaban mucho, y he decidido quitármelos definitivamente.
Supongo que este calor que ha llegado para, aparentemente, quedarse, es el gran culpable.
- Dolor lumbar
Ha empezado a ser más constante el dolor en las lumbares. Intento tener una buena postura, pero sé que necesito hacer deporte.
Con la llegada del verano, se han acabado los cursos de natación para embarazadas en los gimnasios cercanos a mi casa, así que he decidido que me apuntaré por libre, y bajo el control de pulsaciones (que el ginecólogo me dijo que no superasen las 120), haré algo de piscina en plan tranquilo.
Lo importante es que me mueva, que ejercite la espalda. Sabiendo el problema que tengo, no puedo permitirme llegar a un punto de no retorno y tener que cogerme la baja por no poder moverme.
Y así ha sido mi 13ª semana de embarazo. Hoy cumplo las 13 semanas, y no puedo estar más feliz. ¡Gracias por acompañarme en esta gran aventura!
Podéis ver aquí los síntomas de la semana 12 de embarazo.