En algún lugar de México …
Esta es la historia de cómo accidentalmente me fui a una aldea mexicana extremadamente remota que fue abiertamente controlada por un despiadado cartel de la droga, y lo que sucedió después.
La otra semana estaba tomando un Uber del aeropuerto, conversando con el conductor sobre cómo viajar y trabajar en todo el mundo como un nómada.
Después de hacer la pregunta estándar, todo el mundo pregunta. "¿Cuál es tu país favorito"Quería saber si alguna vez me he sentido en peligro mientras viajo.
Claro, he estado asustado antes.
Sí, mirando hacia atrás, he hecho algunas cosas estúpidas y riesgosas a lo largo de los años …
Pero lo más atemorizado que he estado fue en un viaje por el norte de México hace unos 7 años. Y es una historia que NUNCA he compartido en este blog.
Luché con escribir sobre esta experiencia durante mucho tiempo.
Simplemente no se sentía apropiado compartir públicamente, o incluso muy seguro para esa materia. Estaba preocupado por las posibles consecuencias para mí y para los demás.
Sin embargo, creo que ya pasó el tiempo suficiente para finalmente sentirme cómodo compartiendo mi encuentro loco (y bastante tonto) con miembros peligrosos de un famoso cartel de la droga en las montañas sin ley en las profundidades del Cañón del Cobre de México.
Tal vez la historia sea entretenida, pero espero que también aprendas algo.
Erase una vez en México…
Mi historia comienza en la ciudad turística mexicana de Creel. Una parada importante para el popular tren Copper Canyon, que se extiende desde las ciudades de Chihuahua a través de las montañas de la Sierra Tarahumara hasta Los Mochis en la costa.
Después de un viaje en tren muy pintoresco (pero sin incidentes) a través de las montañas, planeé explorar más de esta área montañosa por mi cuenta. Con la esperanza de pasar tiempo con los tarahumaras, un grupo indígena mexicano.
Mientras conversaba con los lugareños, me enteré de pequeñas aldeas en el fondo del cañón que presentarían una experiencia más "auténtica" del norte de México. Fuera de lo común Si tu quieres.
No era fácil llegar a estos lugares, y el viaje tomaría horas en caminos de montaña accidentados. Le mencioné mi plan a un chico local (llamémoslo Fede) con el que había trabajado antes y se ofreció a llevarme en su vehículo.
Fede no era solo un tipo al azar. Ya había pasado unos días viajando con él. Incluso estrellándose durante la noche en la casa de su familia. Era un profesional local muy conocido. Confié en él completamente.
Sorpresas Abajo En El Cañon
No voy a nombrar el pueblo específico al que viajé en esta historia. Sin embargo, estoy seguro de que si profundizas lo suficiente, probablemente podrás resolverlo.
Debido a que no es lo que ocurre, no se desconoce en México.
A lo largo de nuestro viaje de más de 4 horas por caminos sinuosos hasta las profundidades del Cañón del Cobre, Fede comienza a compartir conmigo cierta información inquietante.
"Cuando lleguemos allí, es posible que veas algunas cosas que son alarmantes. Pero no te preocupes. Ellos saben que vas a venir ". – Fede
"¡¿Esperar lo?! ¿Qué tipo de cosas? ¿Quién sabe que voy a venir? – Yo
"El cartel. Ellos controlan este pueblo. Pero cuando la casa de huéspedes tiene un turista, el propietario informa al Cartel. No te molestarán mientras no hagas nada estúpido ". – Fede
“……….” – Yo
El cartel Se refería a que es el Cartel de la droga de Sinaloa. Aka Cártel de Sinaloa, también conocido como el Organización Guzmán-Loeraalias La alianza de sangre.
El mismo cartel controlado por el notorio narcotraficante Joaquín "El Chapo" Guzmán, quien fue procesado en Estados Unidos por narcotráfico, asesinato y lavado de dinero.
¿En qué diablos me metí?
El triángulo dorado de mexico
El Triángulo Dorado es el apodo que se le da a una región remota y montañosa en el norte de México que abarca los estados de Chihuahua, Sinaloa y Durango.
Es donde los poderosos cárteles de México han estado acumulando miles de millones de dólares en heroína y hierba para abastecer una demanda insaciable de drogas de los Estados Unidos.
Los cárteles pueden producir drogas en el Triángulo Dorado porque el área es tan resistente e inaccesible que puede llevar horas llegar a estas pequeñas aldeas en caminos de tierra sin marcar.
El Cañón del Cobre de México, si no lo has oído antes, es un cañón masivo que es técnicamente más grande y más profundo que el Gran Cañón de los EE. UU. ¡Es el escondite perfecto para los campos de amapolas de opio y plantas de marihuana cultivadas ilegalmente!
Combine este hecho con una fuerza laboral desesperadamente pobre de personas indígenas llamada Tarahumara, y tendrá el sueño húmedo de un narcotraficante mexicano.
Aquí es donde me encontré.
En el borde del Triángulo Dorado, en una aldea controlada por el Cartel de Sinaloa.
Una experiencia de viaje surrealista
Cuando entramos en el pueblo, sobre un puente estrecho, veo a un niño hablando por una radio de estilo militar. Está anunciando nuestra llegada al cartel. Mi corazón comienza a acelerarse.
Más abajo en el camino, pasamos a un grupo de hombres vestidos de negro, armados con rifles de asalto. Empiezo a sudar.
Tal vez esta no fue una buena idea después de todo …
Fede nota mi aprehensión y me asegura que todo estará bien. No soy el primer turista en visitar esta ciudad.
Debido a que el cartel no quiere llamar la atención, nunca dañarán a un turista. Eso obligaría a los militares a intervenir y arruinar todo.
Me registré en mi casa de huéspedes, la única en la ciudad, y almorzamos en la casa de su amigo, que es básicamente un pequeño restaurante que sale de su casa.
Manteniendo las pestañas en mí …
Fede se despide y se va de la ciudad. Tiene que volver al trabajo. Así que estoy por mi cuenta ahora. Yo camino por la ciudad. Visito algunas minas de plata abandonadas cerca.
Me detengo en el museo local y firmo el libro de visitas (la última firma tiene más de un mes de antigüedad).
Paso por el grupo de miembros del cartel que vi antes. Nos saludamos unos a otros. Si bien parece que encajan con el estereotipo de los criminales endurecidos, parecen bastante amigables.
Todavía no puedo creer que esto esté sucediendo.
Mi objetivo para el día es visitar una antigua misión española, ubicada a pocos kilómetros de la ciudad. En el camino, me encuentro con una camioneta pickup con ventanas oscurecidas al costado del camino. Cuando me acerco, la ventanilla del lado del conductor se desliza hacia abajo.
“¿A dónde vas?” dice un gran tipo de miedo con un sombrero de vaquero. Hay una mujer hermosa la mitad de su edad en el asiento del pasajero.
“La misión española” Respondo. Él asiente, y la ventana se desliza hacia arriba. Me están vigilando. Asegurándome de no tropezar en sus campos de amapola o marihuana.
Todo el mundo trabaja para el cartel de la droga
Durante los próximos días, me entero de que básicamente toda la ciudad está trabajando para el cartel. Ellos son el único empleador.
No estoy seguro de si es por elección o por la amenaza de violencia, pero el crecimiento y el tráfico de drogas para el cartel es la forma en que sobrevive esta ciudad.
Y algunos de ellos no tienen miedo de hablar de ello. Cultivar marihuana es tan normal como cultivar maíz. Es solo otro cultivo, solo uno que paga mucho mejor.
Después de conversar un rato con un granjero local, me lleva a un pequeño establo detrás de su casa, saca un gran saco y me ofrece dos puñados gigantes de cogollos de marihuana recién recogidos.
Empiezo a reír, agradeciéndole por su generosidad, pero explique que no hay manera de que pueda traer su regalo de vuelta a los Estados Unidos conmigo.
Pero … porque soy un tipo educado, acepto unas cuantas flores para que no se ofenda.
Este hombre no es un miembro del cártel asesino, es solo un agricultor empobrecido y amigable que trata de ganarse la vida para su familia con oportunidades muy limitadas.
Una experiencia muy surrealista
Entonces, mientras que toda la situación del cártel me hizo sentir bastante nerviosa, la siguiente parte fue el momento más aterrador de todos los días que pasé allí.
Mi nivel de comodidad había estado mejorando. Me estaba acostumbrando a conversar con los miembros del cartel todos los días. Tal vez demasiado cómodo.
Una noche, un joven mexicano vestido como un vaquero de rodeo entra en el restaurante de la casa donde estoy cenando.
Lleva un par de hermosos y muy elegantes revólveres de mango blanco en la cadera. Como sacado de tu típica película de Spaghetti Western.
Un guardaespaldas fuertemente armado que usa un chaleco antibalas lo espera afuera.
Charlamos alegremente por un minuto en español, preguntando si me gusta la comida, antes de que ambos desaparezcan en la oscuridad de la noche. Todo se está volviendo muy surrealista, y en serio siento que estoy atrapado en una película.
En otra ocasión, veo a un equipo de cinco hombres armados cargando tambores azules de 55 galones de algo De un camión a un edificio vigilado.
¿Hierba? ¿Amapolas de opio? ¿Los restos humanos se disuelven en ácido? Mi imaginación comienza a correr salvaje …
Conseguir el tiro
Realmente quería una foto de uno de estos chicos. ¡Nadie creería que todo esto me sucedió a menos que tuviera una foto!
Así que a la mañana siguiente, corté un pequeño agujero en el costado de mi mochila y pegué una GoPro en el interior. Mi plan es utilizar el modo de "lapso de tiempo", tomando fotos en silencio de forma automática cuando paso por delante de ellas.
Sin embargo a medida que me acerco, decido detenerme y charlar. Con mi adrenalina bombeando, simplemente les pregunto directamente. Apuntando a la cámara alrededor de mi cuello. ¿Que es lo peor que puede pasar?
“¿Puedo tomar tu retrato?” (¿Puedo tomar tu retrato?) – Yo
"Jajaja … no". – Cartel Dude # 1
"¿Por favor? A mis amigos estadounidenses en casa les encantaría ver tu gran arma. Puedo dejar tu cara fuera de ella si quieres ". – Yo
"Jajaja … no. Pero aquí puedes obtener una foto de mi amigo ". – Cartel Dude # 1
Entonces, sin pensar en las consecuencias, apunto mi lente gran angular al conductor del camión que está sentado a su lado. *HACER CLIC*
Cartel Dude # 1 también está en la foto, pero simplemente no se da cuenta.
Inmediatamente empiezo a entrar en pánico – internamente. ¿Y si le pide ver la foto? ¡Eso fue tan tonto! Voy a matarme. Tal vez pueda usar rápidamente el botón de zoom antes de mostrárselo …
Afortunadamente, nunca pregunta, y solo asume que la cámara no estaba orientada en su dirección.
Trato de actuar con normalidad, finalizo la conversación y salgo por la carretera contemplando lo estúpido que fue.
Creo que es hora de que me vaya de esta ciudad.
Cartel Wars en las montañas
Como alguien que ha pasado casi 2 años de mi vida viviendo y viajando por México, seré el primero en decirle que es uno de mis países favoritos.
Ciertamente no quiero que mi historia te asuste de visitar México. Esta NO es una experiencia típica de vacaciones en México.
Específicamente, hice un esfuerzo para visitar un área remota que no es muy segura. Incluso para el Cañón del Cobre en sí, si se mantiene en la ruta turística normal, estará bien.
Sin embargo, si se aventura fuera de la red en esta región, hay muchas cosas por hacer.
México es un destino increíble y hermoso, pero como cualquier país, también puede ser peligroso si vas en busca de peligro.
Una historia particular que me sacudió recientemente fue el asesinato del profesor de Carolina del Norte Patrick Braxton-Andrew, quien visitó una aldea remota similar en la misma región el año pasado.
Ese golpeó cerca de casa. Un viajero curioso en busca de aventura, tratando de salir de los caminos trillados, explorando un área peligrosa por su cuenta … confundido con un agente de la DEA y disparado por los carteles de la droga.
Cuando comencé a viajar, hice muchas cosas arriesgadas y estúpidas en busca de esa adictiva sacudida de adrenalina. Demonios, ¡no me he curado completamente de eso ni siquiera ahora!
Afortunadamente, todo ha salido bien hasta ahora, y tengo algunos recuerdos e historias increíbles que mostrar.
Pero ese no es siempre el caso para todos.
Mi historia de viaje más terrorífica
No estoy seguro si hay una lección en esta historia. Tal vez hay muchos.
Jugar juegos estúpidos, ganar premios estúpidos? ¿Los jóvenes que viajan sin responsabilidades a menudo toman riesgos innecesarios para divertirse? No seas idiota como yo?
Estoy seguro de que seré juzgado y ridiculizado un poco por escribir sobre esto. Está bien. Sucedió, y tengo que vivir con ello. Probablemente tengo suerte de estar viviendo …
¿Alguna vez has hecho algo tan estúpido como este mientras viajabas? ¿Tomado demasiado riesgo? ¿Te has metido en una situación difícil de lo que te arrepientes después?
Los viajeros frecuentes tienen esta tendencia insoportable a "aniquilar" las historias de viajes de cada uno, y esta es mía. La que comparto en los bares después de unas copas.
Ahora es tu turno de compartir.
Tómese un minuto para describir rápidamente su historia de viaje más espantosa / tonta.
Solo para hacerme sentir que no soy el único que está haciendo algo estúpido en la carretera …
Tal vez podamos convertirlo en una guía sobre "qué no hacer mientras viaja". ★
¿Cuál es tu historia de viajes más aterradora? ¿Alguna vez has hecho algo peligroso o estúpido mientras viajas? ¡Déjame un mensaje en los comentarios de abajo!
Fuente
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