Siendo que la creatividad no es un talento o un don que se tiene o no se tiene, sino nuestra actitud de reacción frente a la evolución de nuestras vidas. Es la forma que tenemos de proceder ante las infinitas situaciones a las que nos enfrentamos dentro de las múltiples realidades existentes. Nuestro cerebro por medio de nuestros sentidos capta los mensajes emitidos desde el exterior y conforme a nuestras creencias nuestro cuerpo reacciona de determinadas maneras. De la misma forma es conveniente deliberar una vez realizadas las acciones, los aciertos y errores y volver al modo abierto de investigación sobre el resultado de nuestras acciones y ver otras posibilidades enriqueciendo así nuestro cajón de herramientas que nos proporciona nuestro Coaching, para sumar pasos en la definición de nuestro sello de identidad, ése carácter que nos diferencia de los demás, nuestra Marca Personal.
Para poder llevar a buen puerto estas pautas será necesario retornar al modo abierto y habilitar nuestro espacio físico y de tiempo. Sino es así estamos abocados a dejarnos llevar por las tareas que nuestra mente considera imprescindibles porque nos dejamos arrastrar por las pautas socioculturales, abriendo la puerta al estrés, la ansiedad, la rapidez, el resultado impactante, el copia-pega, al logro de la conquista pero no de la fidelización. Estados derivados de actuaciones que son realizadas con el miedo como motor. Así es como actúa el tejido empresarial actual y así es cómo lo único que se puede conseguir es posicionarse lejos del valor de responsabilidad social corporativa y por tanto escapar de la creación de nuestra Marca Personal, porque elegimos ser más de lo "mismo" en vez de ser diferentes.
Marcar nuestra diferencia es un proceso de investigación, de desarrollo personal y profesional que nos lleva un tiempo, es construir nuestra historia y como toda construcción el antes, el durante y el después está plagado de muchos errores y aciertos, pero sobre todo de un aprendizaje que nos confirmará nuestro éxito gracias a nuestra flexibilidad para adaptarnos a las nuevas reglas del juego, escucha, reflexión, acción y diversión son piezas básicas para hacer buenas jugadas ganadoras. El éxito de nuestros resultados nunca vendrá acompañado de espacios cerrados, donde el tiempo ya ha pasado porque se le presionó tanto que se quedó congelado. Un resultado brillante viene a raíz de sucesivas evoluciones que construyen a modo de arquitectura piezas donde la coherencia y la armonía son el mensaje transmitido.
Sino nos regalamos a nosotros mismos nuestro espacio y tiempo para desarrollar nuestra creatividad, nos estamos poniendo piedras en el camino y realmente nuestro trabajo consiste en hacérnoslo fácil, no como nos lo han hecho crear sino como nuestro ser interno nos habla. Crear mi espacio para encontrar soluciones es darme un regalo que merezco y necesito para desarrollar mi potencial creativo y caminar en la senda de aquello que quiero. Especialmente es necesario porque el sentido común nos dice que es bueno reflexionar sobre aquellas implementaciones que hemos llevado a cabo y ver su feed-back, analizarlo y ver las consecuencias para nuevamente poner el motor de la creatividad en marcha sobre las mismas desde otros puntos de vista.