Hay varias formas de meditación, y todas son excelentes, en mi caso yo aprendí a practicarlas con el método Silva. Mi primer contacto con este método fue cuando era chica, un amigo de mi papá que se encontraba con una enfermedad terminal lo practicaba y tanto el cómo su familia comentaban los buenos resultados que este método les había aportado sobre todo a la hora de sobrellevar la enfermedad. Por aquel entonces se lo relacionaba con una practica sospechosa, sobre todo en la ciudad donde vivía, donde la gente no era tan abierta como en la capital, ya que el “control mental” escapaba al entendimiento de la conciencia práctica que nos envolvía en los años 80. 25 años después, decidí hacer un seminario para formarme como graduada, y las cosas que aprendí me acompañarán para toda la vida. El hecho de lograr el estado alfa aun en plena vigilia, de encontrarte frente a frente con tus temores de perdonarte y perdonar y sobre todo de ser capaz de planificar tu vida con los ejercicios que te enseñan no tiene precio. 15 dias después de haber realizado el curso, mi abuela se falleció, el miedo que me había acompañado toda mi vida se hizo realidad, a 15 mil kilómetros y mediante una profunda meditación pude despedirme de ella , parece como si la vida hubiera esperado el momento justo para hacer frente a la muerte. Y a han pasado seis meses y aunque me ha costado lo suyo, soy capaz de controlar mis dolores de cabeza incluso de frenarlos antes de que se produzcan, y a través de un pequeño dialogo con migo misma los pequeños dolores corporales que solía tener los tengo controlados casi en su totalidad. Agradezco infinitamente a la meditación, a la relajación profunda, al mundo interior que descubrí que tenia y al potencial que te permite realizar cualquier cosa que te propongas con solo verlo posible en tu interior, hay miles de caminos que te llevan a alcanzar tus deseos, uno de los míos fue el que recorrí de la mano de Don Silva y sus enseñanzas.
Hay varias formas de meditación, y todas son excelentes, en mi caso yo aprendí a practicarlas con el método Silva. Mi primer contacto con este método fue cuando era chica, un amigo de mi papá que se encontraba con una enfermedad terminal lo practicaba y tanto el cómo su familia comentaban los buenos resultados que este método les había aportado sobre todo a la hora de sobrellevar la enfermedad. Por aquel entonces se lo relacionaba con una practica sospechosa, sobre todo en la ciudad donde vivía, donde la gente no era tan abierta como en la capital, ya que el “control mental” escapaba al entendimiento de la conciencia práctica que nos envolvía en los años 80. 25 años después, decidí hacer un seminario para formarme como graduada, y las cosas que aprendí me acompañarán para toda la vida. El hecho de lograr el estado alfa aun en plena vigilia, de encontrarte frente a frente con tus temores de perdonarte y perdonar y sobre todo de ser capaz de planificar tu vida con los ejercicios que te enseñan no tiene precio. 15 dias después de haber realizado el curso, mi abuela se falleció, el miedo que me había acompañado toda mi vida se hizo realidad, a 15 mil kilómetros y mediante una profunda meditación pude despedirme de ella , parece como si la vida hubiera esperado el momento justo para hacer frente a la muerte. Y a han pasado seis meses y aunque me ha costado lo suyo, soy capaz de controlar mis dolores de cabeza incluso de frenarlos antes de que se produzcan, y a través de un pequeño dialogo con migo misma los pequeños dolores corporales que solía tener los tengo controlados casi en su totalidad. Agradezco infinitamente a la meditación, a la relajación profunda, al mundo interior que descubrí que tenia y al potencial que te permite realizar cualquier cosa que te propongas con solo verlo posible en tu interior, hay miles de caminos que te llevan a alcanzar tus deseos, uno de los míos fue el que recorrí de la mano de Don Silva y sus enseñanzas.