Hoy os tengo que hablar de mi Flaquito que me tiene loca. Es puro nervio, no para quieto ni un minuto. Está todo el tiempo de aquí para allí, no para quieto y sobre todo le gusta armarla. No puedo despistarme con él ni un minuto, si miro para otro lado ya está abriendo una puerta de los armarios de la cocina y sacando botes de conserva o lo que pille; abre el cubo de la basura a ver si hay algo interesante, se sube a las sillas de la cocina a ver si ha quedado algo encima de la mesa para tirar (un vaso de agua? pues al suelo!), me tira de las pinzas y la ropa del tendedero, tira todos los juguetes por el suelo, si se me ocurre dejar un montoncito de ropa doblada encima del sofá aunque sea un momento, es su perdición porque me ha visto doblándola concentrada y está deseando esparcirla por el suelo. Es tan bicho que hasta su hermana le riñe y le dice "Bibi! no!", que me viene bien porque le pillo muchas veces gracias a ella antes de que la arme. Hoy le ha dado por encender el interruptor de la luz de su cuarto en la hora de la siesta, porque hay uno bajito de esos de alcanzar desde la cama y lo ha descubierto, pues una hora entera para dormirse en la siesta. Ahora en la noche le he cambiado la cama de sitio, porque sólo tenía que ponerse de pie para encenderla, y le oía a mi Manzanita "Bibi! lú!" y otra vez a subir las escaleras... creo que he subido más de 6 veces (lo cual me viene estupendo para mi dieta, pero fatal para mis quehaceres de la siesta de los niños).
Bueno ayer ya la armó pero bien. Se me ocurrió ir a lavarme los dientes y dejé el ordenador encima del sofá pero en la parte alta contra la pared, pensando que no se les ocurrirá ni mirarlo porque andaban entretenidos con algo (gran error). Lavarme los dientes es un minuto como mucho que lo hago muy rápido para no dejarles solos y hasta me voy asomando a la puerta. Pues cuando vuelvo veo a mi Flaquito con su sonrisa de haber hecho algo malo y con el pincho USB de mi ordenador en la boca (vamos con lo que me conecto a internet), miro el ordenador ojiplática y está en el suelo. No me atreví ni a probarlo, dejé el pincho al aire para que se secara de babas y guardé el ordenador. Ya al día siguiente, osea hoy a eso de las 6,30h (si de la mañana, de la mañana) me disponía a preparar las entradas de los blog y comentar y tal y me había olvidado del incidente. Al encender el ordenador todo normal pero no había forma de conectarse a internet. Después de una hora configurando y desconfigurando y probando las típicas cosas que hay que probar, que si cambio el puerto, saco y meto el pincho, reinicio, reconfiguro....bueno no iba. Me voy a comprar un pincho nuevo (19€), porque en la tienda tampoco respondía mi pincho, parecía siniestro total. Por la tarde en la siesta de los niños depués de conseguir que se durmieran me he puesto con el pincho nuevo y no he sabido instalarlo, jajaja, no puedo ser más torpe. A media tarde a una desesperada he probado el pincho viejo, no se por que me ha dado por ahí y ha conectado!! Creo que sólo le faltaba secarse bien por dentro de la inundación de babas que había recibido. Así que esa ha sido mi aventura de hoy y por eso he estado un poco desaparecida y no he puesto foto del miércoles mudo ni nada.