Así que no debería sorprenderme que quiera estar todo el tiempo a mi lado y que no quiera dejarme sola ni un instante. No me molesta. Conforme va creciendo, su conducta va mejorando considerablemente. Poco a poco han ido desapareciendo las condenadas rabietas y los llantos descontrolados. Mi niño está creciendo y se siente, se nota.
Aunque parezca irónico, ahora es más independiente. Si. Le gusta estar conmigo y hacer todo conmigo pero independiente. En otras palabras, hace las cosas al lado mío aunque no conmigo.
"No te voy a dejar sola aquí"."No abras la cortina que te ven desde la calle"."Ten cuidado con eso que te puedes quemar".
Son solo algunas de las frases que me repite cuando estoy en el baño, cocinando o haciendo alguna tarea doméstica. Una vez me dijo: "Te voy a dar un masaje mamá. Te ves cansada". Por supuesto que me derretí.
Mi niño ahora se ha vuelto protector. No quiere que nada me pase. Un sentimiento que, sin lugar a dudas, es mutuo. Amo que muestre sus sentimientos sin temor.
Cada día me convenzo más que trabajar desde casa es una de las mejores decisiones que he tomado desde que soy mamá. Nada recompensa el tiempo que paso junto a mi hijo. Verlo crecer, cómo se desarrolla y cómo va cambiando es algo maravilloso.
Ojalá que todas las mamás del mundo tuvieran esta oportunidad.