¿Cuántos padres hemos acabado ‘odiando’ un cuento infantil porque lo hemos tenido que repetir cincuenta mil veces a nuestro hijo? Y lo mismo podemos decir de esa película de dibujos animados que el pequeño pone una y otra vez en el dvd, hasta volvernos locos.
A veces los niños pueden resultar tan insistentes y repetitivos con algo que les gusta, que nos preocupan.
Creemos que se obsesionan demasiado, y podemos pensar que hay algo en su personalidad que no funciona correctamente.
Aunque los padres nos parezca algo aburrido, y sin ninguna gracia en particular, la verdad es que repetir un cuento una y otra vez tiene efectos positivos para el niño.
Para empezar, favorece su lenguaje y vocabulario al escuchar palabras nuevas. Incluso las repeticiones pueden llegar a hacerle aprender palabras en idiomas extranjeros. Y no solo eso, también se ayuda a desarrollar su memoria, ya que a base de escuchar un cuento son capaces de recitarlo sin ni siquiera haber aprendido a leer.
El proceso de entender un cuento
De hecho, debemos ser conscientes de que un niño pequeño no entiende la historia entera de un cuento la primera vez que se le explica. En realidad, la primera vez la comprende de manera global, y la segunda que se lo explicamos, empieza a percibir detalles de la descripción. Y cada vez que se lo volvemos a leer, entiende una cosa nueva. De ahí, su interés en que se lo leamos en muchas ocasiones.
Por lo tanto, por mucho que nos aburra leer varias veces un cuento a nuestro hijo, debemos ser conscientes de que con esta actividad repetitiva, estamos trabajando para favorecer el vocabulario, y el desarrollo del lenguaje, del pequeño.
Además, si reflexionamos un poco, tampoco nos tiene que extrañar tanto que un niño se obsesione con repetir un cuento. ¿Cuántas veces los adultos hemos visto nuestra película favorita?
Aprender con los cuentos
Repetir los cuentos varias veces no es más que seguir la pauta de aprendizaje habitual de los niños. De hecho, cuando aprenden sus primeras palabras lo hacen porque sus padres se las repiten miles de veces, como los famosos ‘papa’ y ‘mama’.
Investigaciones pedagógicas actuales ‘han demostrado que los niños a los que se les repite el mismo cuento varias veces, recuerdan mucho mejor palabras nuevas que los que no reciben esta repetición. De hecho, los que ven la misma película, u oyen la misma narración, obtienen con posterioridad mejores puntuaciones en las pruebas de comprensión a las que se les somete.
Por lo tanto, se apunta a la repetición de las palabras, más que al número de libros con el que se trabaja, como uno de los mejores métodos de aprendizaje para los niños pequeños, que aun no han llegado a la edad escolar.
De estas informaciones se deduce que los padres tendremos que replantearnos el repetir los cuentos, o ver La Sirenita, veinte veces como una ayuda al aprendizaje de nuestros hijos.