En muchas ocasiones, las familias nos consultáis sobre esta disfemia, en niños de 2-3 años, que os preocupa y produce una tensión innecesaria en las conversaciones con los niños.
Esos bloqueos suelen coincidir con la expansión gramatical de los niños y niñas, es decir, comienzan a hacer oraciones más complejas (conjugando verbos, añadiendo cada vez más palabras en cada oración, introduciendo palabras función, etc.). Aún necesitan tiempo para organizar su discurso, y han de "parar" para hacerlo, produciéndose estas repeticiones.
Esta etapa se supera sin más intervención que NO HACER CONSCIENTE AL NIÑO DE ESTAS DISFLUENCIAS, es decir:
- Evitar cualquier comentario: "pero, ¡habla bien!"; "a ver,despacito"... debemos actuar como si no ocurriese nada, mostrándonos atentos y receptivos a lo que intenta transmitir.
- No acabando la palabra o la frase por él, simplemente, ¡¡escuchándolo!!
- No presionándolo para que hable.
- No hablar nunca del tema en su presencia.
- Felicitarlo cuando hable tranquilo, y expresarle verbalmente que nos gusta que nos cuente cosas, ¡¡no menos de 10 veces al día!!
María Ordax Soler, especialista en Audición y Lenguaje