¡¡Hola, hermosas!!
¡¡Nació mi Bebé!! ¡¡Nació mi hermoso y dulce Bebé!!, lo espere tanto, lo soñé tanto, lo desee tanto y ahora, al fin, ¡¡lo tengo en mis brazos!! no se imaginan lo feliz que estoy, imagínense a una niña corriendo en el parque y con cada pasito, hace un saltito en un pie (tal y como hacía mi Noah cuando iba al parque y mi corazón se derretía de amor), bueno, exactamente así estoy, todos me dicen, duerme cuando Kian duerma… pero, ¡¡¡no puedo!!! bueno, a veces si, jajaja, caigo mejor dicho, pero generalmente ¡¡no puedo, no dejo de contemplarlo!! no puedo dejar de agradecer a Dios, ya parezco loca, siento que en algún momento me va a decir ¡ya, basta, entendí, estás feliz y no puedes mas!, pero si, le agradezco por todo, por amarme tanto, por tener tanta misericordia por mí, por mandarme este regalito directamente del cielo (“alas del cielo courier express”, ya hasta le puse nombre y express por lo que vino rapidísimo!!), le agradezco por todo, por que está sano, por que estoy sana, por que mi Bebé está lactando, por que me estoy recuperando, porque tengo una familia maravillosa que está siempre cuidándome y amándome, porque tengo unos amig@s increíbles que solo me vienen dando amor, amor y más amor, por que veo a mi hijo mayor feliz, ahora si puedo decirlo, es FELIZ, he vuelto a ver ese brillo en los ojos que se le había apagado cuando su hermano partió, saben, el día que vine de la clínica, Sven, mi hijo mayor me jaló a un costado y con los ojos llorosos y con todo el cuerpo que le temblaba me dijo, ¡Gracias Mami! ¡gracias por darme otra vez un hermanito!… la emoción que sentía en todo su cuerpo y su felicidad me abrumaron, así de feliz está…
Tengo tanto que contarles, voy a contarles con detalle acerca del parto, no hay nada que hacer que cada parto es diferente y por más de que los 3 han sido natural y sin epidural (bueno, en Noah me la pusieron solo para pujar, que fue ilógico, por que ya lo tenía afuera), pero por más de que sean relativamente parecidos, los 3 han sido totalmente diferentes…
Con Sven, fue parto seco, rompí fuente el día anterior (último día de la semana 36, nació el primer día de la 37 con 2,500 grs.) y el parto fue hermoso, tranquilo, perfecto.
Con Noah, se me vino, literalmente en 20 minutos dilaté de 0 a 10, me sentía morir, no podía ni respirar, fue un dolor continuo, mi cuerpo se encrespó todo, no podía ni moverme, sentía nauseas de la hiper ventilación, al llegar a la sala de parto me pusieron la epidural solo para que abra las piernas y puje, Noah, nació con bolsa y todo, placenta atrás incluida, todo salió rapidísimo… y así como vino, partió… como un sueño. Noah nació el primer día de la semana 38, igual que Sven, con 2,500 grs.
Kian, decidió nacer antes, el primer día de la semana 36 (él quiso llevarse la medalla de oro, el primer lugar, jajajaja). El viernes por la noche me comenzaron las contracciones y ese día tuve una mucosidad marrón constante… nada que hacer, ya quería venir… me asusté, si, 35 semanas (al día siguiente entraba en la 36), es muy pequeñito, sé que las probabilidades son altísimas y seguramente nacía sano, pero igual, soy mamá y me preocupo…
Fuimos con mi esposo directo a la clínica donde estamos asegurados, que es la Clínica el Golf en San Isidro, les cuento que todo el parto, me estuvo tratando una doctora, pero ustedes saben mi forma de pensar, en el camino, le pedí a Dios, que me atienda el doctor que esté en la clínica, no voy a forzar nada, hablaba con Kian, meditando y le decía, amor, tu escoge tu doctor, el que vaya a atender a Mamá, el que esté en este momento será el perfecto… llegando, les cuento que éramos los únicos en emergencia, era lo mas raro del mundo, no había ningún paciente ni en el área de emergencias pediátricas, ni de adultos, ¡ni en neonatal! les puedo decir que literalmente teníamos a la Clínica para nosotros junto con todo su staff… ¿que lujo no?, llegando se presentó el ginecólogo de guardia, el Doctor Ivo Vlasica, revisó mi historial y me hizo una ecografía, viendo mi historia de partos espontáneos decidió ser mas cauteloso, lo cual se lo agradezco infinitamente… viendo la ecografía, me dijo que el peso se veía algo de 2,180 grs. con un margen de error de + – 200 grs. Al día siguiente entraba en la semana 36 así que me medicó para que pueda aguantar lo máximo posible, retardar las contracciones y ganar tiempo. Me dijo, si el margen de error es de 200 grs. más, estamos perfectos, porque sería un Bebe de casi 2,500 grs. que sería como mis otros partos y todo iría normal, pero ¿que pasaba si el margen de error era de 200 grs. menos?, sería un Bebé menor a 2kgs. y probablemente tendría un poco mas de dificultades para desarrollar… de más está decirles que esa noche no pude dormir… a eso de las 4am. cesaron las contracciones y me internaron (gracias al doctor que decidió internarme y no mandarme a casa).
Al día siguiente, sábado 10, 7pm comenzaron nuevamente las contracciones (a pesar de que seguía medicada), me bajaron a neonatal para revisarme y me dijeron, ¡felicitaciones! ¡ya tiene 3 de dilatación! comenzó su trabajo de parto, ahora sí no hay vuelta atrás, ¡su hijo está en camino!… ¡¡¡ahhhh!!! ¡¿¡que!?!… en fin, quería venir al mundo y yo, no podía ya hacer nada…
En 4 horas llegué a dilatar completamente, lo cual también es relativamente rápido, en el transcurso me preguntaron si deseaba que me pusieran la epidural, de verdad, no es por hacerme la valiente, si retrocediera el tiempo la pediría, pero en ese momento solo pensaba y si hay la posibilidad de que mi Bebé pese menos de 2 kilos… ¿la anestesia no lo afectará? ó ¿ quizás dejo de sentir las contracciones y no llego a pujar bien?… y mientras pensaba, dilataba y mientras tanto, se hacía casi ilógico que me la pusiera…
En fin, a las 11:30 pm entré en trabajo de parto, el doctor ayudaba a que mi hijo naciera sin hacer tanto esfuerzo y para eso, tuvo que romper la bolsa manualmente ya que le estaba impidiendo a mi hijo nacer… sentir todo eso, sin anestesia, fue muy fuerte les digo la verdad… una vez que nació mi hijo, a las 11:58 pm, comencé el trabajo de expulsar la placenta… y fue como otro parto… en los partos anteriores mi placenta salió rapidísimo, en este, no… por eso les digo, si retrocediera el tiempo y viera que mi hijo nacía bien, con buen peso, de verdad que me pondría la epidural, pero en fin, no fue así y gracias a Dios, tuve un buen médico que cuido que todo el parto saliera bien.
Mi recuperación fue mas lenta también que en los otros partos, estuve sin levantarme 8 horas, en los 2 anteriores hasta me duché saliendo del parto, en este parto, en cambio, ¡no podía ni sentarme!… (¿será también la edad?). Pero dentro de todo, rápido, eso es lo bueno de tener un parto natural sin complicaciones (¡Gracias a Dios!). El sábado por la noche, Kian se la pasó en la incubadora solo por precaución, pero mi rey reaccionó ¡super bien!, cogió la teta perfectamente, está super despierto y yo, totalmente enamorada. El lunes por la mañana ya nos estaban dando de alta, ¡¡¡yyyeeeehhhhh!!!
Mi esposo, no puede mas de la emoción, durante el parto me ayudó bastante, la verdad que es una bendición tener a tu amor al costado durante el parto, apoyándote, juntos, viviendo cada contracción contigo, cada dolor mío lo veía reflejado en su mirada… cuando nació Kian, fue corriendo a revisarlo junto con el pediatra, mientras yo estaba “en lo de la placenta” y me sentía tan protegida, sentía que mi Bebé estaba tan seguro con su Papá cuidándolo… él se acercó con nuestro hijo y mirándome con los ojos llorosos me dijo, está todo bien mi amor, es hermoso, es perfecto, ¡gracias! ¡gracias por todo!…
¡Gracias Dios! ¡Gracias Padre!
Las quiero mucho,