Revista Cine

Mi lado izquierdo: historia de mi cirugía y Renee Zellweger

Por Cartas A 1985 @AntonCruces

Ya no hay más excusas. Tengo que pasar por quirófano. Me tienen que operar los ojos. Los que me conocéis desde hace tiempo sabéis que siempre camino un poco ladeado hacia la izquierda. Muchos de vosotros (hijos de puta) cuando me veis llegar también os torcéis para hacer la gracia, pero como soy buen tipo me lo tomo con deportividad, sentido del humor  y no os reviento la cabeza.

Pues resulta que hace unos años, descubrimos ( mis padres, un doctor y yo, así todos juntos con los dedos acariciando la barbilla en posición de descubrir) que esos andares se deben a un músculo de los que rodean (cobardes) al ojo. Al parecer carezco de ese músculo y claro mi cabeza se ladea para compensar…bueno, qué cojones, ni que os importara. Yo no tengo tiempo para explicarlo,  ni tú amigo lector, para entenderlo.

El caso, es que la única opción de un apaño es la cirugía. Pero no me fío yo mucho, porque lo mismo le dijeron a Renee Zellweger y ya sabéis lo que le pasó. Ahora mismo si bajó a la calle y pilló a una persona al azar (random en inglés) el susodicho tiene más posibilidades de parecerse a Renne Zellweger que la propia Renee Zellweger. Da igual la etnia.

 

renee-zellweger-plastic-surgery-2014

Aprovecho para decir que ya que se cambió la cara se podía haber cambiado también el nombre. No hay Dios que lo pronuncie.
Que lo pronuncie bien, no me seáis listos.

Nunca he pasado por quirófano y si os dijese que tengo miedo os mentiría. No lo tengo. ¿Y sabéis por qué? La verdad es que aún no le he pensado bien, lo estoy sopesando mientras escribo y ya no me está haciendo tanta gracia.

 

Siempre he sido un tío que hace las cosas a lo grande. Para que me entendáis, si celebro un cumpleaños soy de los que pone piñata. Si veo una porno espero hasta el final. Si voy al Corte Inglés pido lo que no hay. Pues aquí igual, sin miramientos.

Me operan los dos ojos. No uno, no. ¡Los dos! Y después tengo que estar unas horas (medida médica equivalente al “sigue todo recto y ya lo encuentras”) con los ojos vendados.

Con los dos ojos vendados.

 

Antes de operarme, será el 10 de diciembre, la doctora me ha mandado recopilar fotos de distintas etapas de mi vida (señora, mi vida no tiene etapas, soy así) para cerciorarse de que mi tara óptica muscular es congénita (es decir, de nacimiento). No confundir congénito con genético:

 

GENÉTICO VS CONGÉNITO

 

coco

 

Si tu padre es calvo y tu abuelo es calvo, hay muchas posibilidades de que tú, por mucho que pongas tus huevos sobre la mesa…seas calvo al alcanzar cierta edad. Esta regla es inmutable salvo en mi caso. Eso es genética.

Si eres un político que tienes un buen sueldo, pero en cuanto puedes robas…pues tú lo que eres es un cabrón de nacimiento.Eso es congénito. Ya naces así. Por eso está mal cuando les llamamos “hijos de puta”. Es técnicamente incorrecto. Salvo que el padre fuese “El Dioni”, entonces sí. Entonces sería genético.  Tengo un amigo que nació con tres huevos…eso dice él que yo nunca se los he visto…de cerca. Eso es congénito.

 

Así que mi padre y yo hemos estado repasando fotos familiares de cuando teníamos una familia y vivíamos todos juntos a grito pelado. ¡Qué tiempos! Nos hemos sentado a ver las estampitas tomando cierta distancia emocional por aquello de que no nos afectase. Digamos que ojeábamos los álbumes como el doctor que observa a un paciente con fimosis: sin pasión y con desapego…pero concentrados.

 

Y efectivamente. Toda la vida torcido hacia la izquierda. De pequeño era más sutil, pero los mecanismos de compensación se van deteriorando con la edad y cada vez me cuesta más enfocar. Concentrarme también me cuesta. A veces comienzo una frase y no soy capaz de

 

Bueno a lo que íbamos. Que la excusa de que tengo un huevo de plomo que me “camba” hacia la izquierda ya no vale. La doctora tampoco se lo creyó y ahora tengo que pasar por la mesa de operaciones. Supongo que todo va a salir bien, pero la cirujana asegura que la vista me la arregla, pero la “torcida” no es tan fácil ya que son muchos años caminando como un gilipollas.

Os seguiré informando. De momento mi estado de ánimo es de calma…y las pocas veces que he estado calmado en mi vida…no han traído nada bueno. Mi calma es como la de Bud Spencer que hace como que no pasa nada, mira para otro lado y…¡zasca!

 

Bud, poco antes de soltar el brazo.

Bud, poco antes de soltar el brazo.

¡Salud hermanos!

 


Mi lado izquierdo: historia de mi cirugía y Renee Zellweger

Volver a la Portada de Logo Paperblog