Me encanta el verano por razones absolutamente obvias. Fundamentalmente porque hace sol y calor, que a mi me gustan. Ya os conté una vez que odio dormir con manta en verano. Y por todas las posibilidades que el buen tiempo abre para salir a la calle y disfrutar. Aunque este año tengo vacaciones y saldré de la capital algunos días, lo cierto es que buena parte de esta temporada estival me la voy a pasar en Madrid. No me pesa, al contrario, cada año sueño con disfrutar del verano capitalino y me pongo muchos objetivos que quiero cumplir, sitios a los que quiero ir, cosas que quiero probar y que en invierno no puedo. Este año también tengo mi lista de deseos vacacionales, que comparto hoy con vosotros y de cuyo cumplimiento (niños mediante) os iré haciendo partícipes. Ahí van:
- Ver una película en un cine de verano. Yo tengo determinadas situaciones muy asociadas al verano y a las vacaciones y una de ellas es esta, el cine de verano. Me chifla, aunque se oiga mal, aunque se vea regular, aunque la silla sea incómoda. Me encanta porque se comen pipas, porque los niños se lo pasan en grande y porque a veces hasta ves alguna estrella sobre tu cabeza. Así que va a ser fácil que me pase por aquí a ver, seguramente, una infantil. No se puede tener todo
- Tostarme en un solarium de esos con piscinaca en hotelazo. No lo puedo evitar. Me chifla ese ambiente de fotos de Vogue que cultivan en las azoteas de los hoteles, aunque luego se les vaya la mano y se conviertan en el plató de Mujeres, Hombres y Viceversa. Soy consciente de que no tengo cuerpazo y de que a ellos no les va a lucir nada mi presencia pero yo, desde que estuvimos en el fiestón de las Malasmadres en la terraza del Hotel Emperador, sueño con esas vistas y esa piscina. Aunque sólo sea una vez en todo el verano, quier-quiero-quiero.
- Una puesta de sol. Esta parece fácil pero no lo es tanto. El cielo de Madrid es sencillamente MARAVILLOSO y sus puestas de sol son impresionantes pero hay que elegir el lugar con cuidado. Ahora mismo, mis caprichos son volver a la Azotea del Círculo de Bellas Artes y a Tartan Roof de noche o trepar a la terraza de los Jardines de Sabatini… Y si no, desde el Templo de Debod podemos ver el mejor atardecer de Madrid como si se tratara de una peli de cine de verano. Con gente, con pipas y con ruido pero en un entorno excepcional.
Tartan Roof
- Terracear. Sí, mucho y en cantidades industriales. Por todo Madrid. En azotea, a pie de calle, en un parque, en la acera, en un patio. Que me den terrazas. Todas las que quieran.
- Descubrir un poco más de Madrid. El otro día, mis recientes amiguitos de Microplan me llevaron de ruta por el Barrio de las Letras y aprendí un montón. Y tienen muchas otras ideas muy interesantes para pasear por la capital cuando baja la caló. Atentos, porque estos chicos van a dar que hablar en este blog.
- Escaparme de Madrid. Porque Madrid es invivible pero insustituible, porque yo lo que quiero es irme a Florencia, que nunca he estado en Italia y veo estos hoteles y me muero de las ganas, porque por mucho que mis mejores amigos hayan ido a Roma 40 veces y la prefieran, yo no me muero sin ver Santa María de Fiore. Leche. He dicho.
Y pasada la pataleta, reconozco que me enfado porque este año no va a poder ser. Así que conformo con escaparme, por ejemplo, a Las Presillas, que es un entorno natural que me encanta o con volver a Aranjuez, a ver si con el palacio se me pasa el mono de arte del Renacimiento.
Y por último, y no por eso menos importante, deseo leer a cascoporro, mucho mucho, descansar un poco y trabajar en novedades que ya tengo en la cabeza para que este blog sea más grande y más bonito.
¿Y vosotros? ¿Qué podéis recomendarme para este verano?
Tartan Roof