Mi Maternidad Real

Por Mamá Futura @MamiFutura

Creo que la realidad de la maternidad es única para cada madre y, especialmente, después de cada embarazo. No es lo mismo ser madre, bimadre o trimadre. Es algo que he visto en las historias de los diferentes blogs. Y si ya es distinto con cada hijo… Imagínate cuando se mezclan tantas personalidades.

Aquí os quiero hablar de la mía, de mi Maternidad Real, sin tapujos y sin secretos.

Antes que nada quiero aclarar una cosa que siempre he sabido, pero que no es fácil decir en alto. No me gustan los niños. Creo que son un bien necesario, pero nunca me he divertido con ellos, no siento algo especial cuando estoy con ellos y cuando tengo que tratarlos, no sé por dónde empezar.

Por eso el día que descubrí que tenía instinto maternal la primera en llevarse la sorpresa fui yo. ¿De verdad iba a ser capaz de ayudar a otro ser humano a formarse en la vida con todas sus complicaciones y sus sufrimientos? Pues aquí me veis, unos años después, con blog de maternidad y todo…

He disfrutado todo el proceso, el antes (descubriendo que había que hacerse revisiones antes de quedarse embarazada y tomar ácido fólico). Descubriendo la crianza con apego, el porteo, la lactancia materna… En fin, cuanto más sabía, más quería saber. Es un mundo apasionante.

Después llegó la realidad, Bebé Fúturo, con todas sus etapas. Su mes de recién nacido, su exterogestación, su independencia, la guardería… ¡Y todo tan deprisa!

Es más duro de lo que te imaginas, y yo tengo imaginación prodigiosa. Estaba preparada para los posibles celos del padre, estaba prevenida ante las incansables noches sin dormir, tenía idea de lo duro que sería todo. Pero nunca nada es como te imaginas. Hay cosas que han sido mejor de lo que me esperaba, pero otras cosas que no las vi venir.

No me arrepiento de nada, aunque hay cosas que me habrían gustado que fueran de otra manera. Pero el mundo laboral y esa conciliación inexistente no lo permite.

Las noches sin dormir hacen estragos, tanto en uno mismo como en la relación. Hay veces que te entran ganas de mandar bien lejos la crianza con apego. No hemos sido criados así y no tenemos ejemplo de cómo afrontar las crisis, pero al final se puede y te das cuenta que efectivamente, cuando lloran, no lo hacen para molestarte.

Me ha dolido la falta de apoyo en algunos aspectos de esa crianza en las personas más cercanas. Y me han echado en cara también la falta de apoyo en cosas que yo no creía justas. Hay muchas asperezas detrás de cada momento.

Yo he tenido la grandísima suerte de poder contar con un grupo de apoyo por WhatsApp que cuando lo he necesitado ha estado ahí para inflar mi ánimo. Que cuando estaba haciendo una locura me han frenado y he hecho caso, que han sabido explicarme que no soy la única en esa situación y que se puede. Gracias a ellas mi lactancia ha seguido adelante y ahora ya van 14 meses, ¡y todo lo que nos queda!

Mi Maternidad por ahora ha sido un camino de rosas (con sus espinas). Pero nos quedan muchas cosas por vivir, las crisis de los dos años, espero que la llegada de un segundo hijo, más cambios laborales…

La maternidad es muy sacrificada, pero no hay sacrificio sin recompensa y cada sonrisa suya es como una estrella en el firmamento, cada beso como un rayo de sol. A veces sólo hay que mirar más allá de la nube.