A raíz de la visualización de imágenes realacionadas con el aula, y en concreto de las mochilas, las hemos recogido y llevado a la alfombra. Allí las hemos descrito, y entre todos, hemos tratado de reconocer el dueño de cada una.
Muchos de nosotros aún utilizamos nuestro nombre para describir pertenencia si les preguntamos directamente y responden "de Juan" o "del nene", en lugar de "mío". También utilizamos con frecuencia nuestro nombre en lugar de "yo", por ejemplo si preguntamos quién quiere ver un cuento y respondemos ¡¡Sergio!!.
La incorporación de estas palabras sin significado concreto (no se refieren a un objeto o acción concreto), suponen un grado de abstracción que denota una importante evolución en su desarrollo cognitivo.