Mi Museo

Publicado el 08 enero 2013 por Bebloggera @bebloggera
Por Ajonjolí desde Chile 
Se fue el 2012. Ese que traía el fin del mundo en cada día que pasaba. ¿Y saben?, yo creo que hay muchos mundos que han llegado a su fin. Aunque en mi caso es como si el Huracán Katrina me haya agarrado desprevenida, me elevara sacudiéndome violentamente para luego dejarme caer de cabeza a la realidad (y créanme que solamente vale la pena que te agarren así de desprevenida para que me sacudan y dejen caer de cabeza unos brazos fornidos de un hombre ardiente, ¡no mis estupideces!). Y aún me siento así. Con un desorden interno que pensé ordenar sola, quizás por orgullo, aunque ahora siento que necesito que aprieten el botón de reset que debo tener escondido por algún maldito lugar de mi cuerpo… que aunque busque no encuentro. Sería todo tan fácil. 


Y Ese fue el 2012, así no más. Un año de cambios para muchos. ¿Pero saben que he escuchado del 2013? (Saquen sus tejidos que comienza el pelambre) Escuché que este nuevo año que comienza tú debes resolver todo lo que el año anterior dejó “patas pa´rriba” y que llegó el momento de hacerte cargo de tus pelotudeces. Si señoras y señores, ¡¡hacerse cargo!! 

Y así, de cabezas me di cuenta de algo que venía sospechando hace tiempo pero que no quería asumir. Simplemente no me conozco. Y esto de no conocerme ha saboteado muchas cosas en mi vida, incluyendo mi relación con mi (aún amado) Tempura. Por lo que está demás decir que “hacerse cargo” y “resolver” son dos tareas que tengo como prioridades a cumplir este 2013 y no (como muchos) andar en karting, tirarme en paracaídas o prometer ir al gimnasio, que son tareas más divertidas y simples de cumplir. 
Pero, ¿cómo puedo pensar siquiera en conocerme con el desorden emocional que tengo? Un new friend abrió mi mente diciéndome: La vida es como un Museo, cada cosa tiene su lugar. No debes eliminar lo que sientes ni lo que has sufrido, solamente debes ubicarlos en el lugar que corresponden Yo quedé con cara de WTF?!... En un comienzo, porque soy bruta y un poco literal entonces ¿cómo podría yo poner cada cosa en su lugar? ¿Que lugar deben tener que cosa? Fue ahí que dije: “¡BASTA! Déjate de pensar, cuestionar, darle vueltas, autosabotearte, espantarte sola. Las cosas son más simples de lo que parecen, solamente necesitas encontrar la paz necesaria para ordenar tu Museo y... ¡descubrir quien mierda eres!” 

aaaaaaaaaahhhhhhhhh!!!!


¿Saben? Todo esto me hace sentido, porque nosotros de todas nuestras vivencias y emociones sacamos una lección y crecemos. No podemos andar reprimiéndonos… sino que debemos darle a esas emociones el lugar que corresponde que tengan dentro de tu vida. Y ustedes, ¿tienen en orden sus Museos?