Una de las cosas que más se parece a tener un(a) hijo(a) es manejar un negocio. Requiere de atención, cuidados, educación; y es el resultado de un esfuerzo tremendo para hacerlo crecer y desarrollarse; que en muchos casos, ha tomado años levantar. Costando mucho sacrificio por parte de quien lo engendra.
Sin embargo, es posible que las cosas no hayan salido como esperabas y tu proyecto de negocio está a punto de colapsar. Dando la impresión de que es algo inevitable, y te preguntas "¿Qué hago?"
Ante esa realidad nos gustaría abordar el tema sobre ¿Qué hacer cuando el negocio está al borde de la quiebra? Tomando en cuenta los pasos que pudieras llevar a cabo para salvaguardar aquello por lo que tanto te has esforzado, o bien para dejarlo ir y emprender otro tipo de proyecto de negocios.
Lo primero que hay que hacer es responder al siguiente cuestionamiento: ¿Qué le pasó a tu negocio? ¿Dónde estuvo el fallo que generó esta situación? Las respuestas a estas preguntas son las que permitirán encontrar el origen del problema para entonces tener un mejor abordaje para las potenciales soluciones.
Es válido aclarar que estas preguntas no buscan acusar o cargar responsabilidad a tal o cual persona. La quiebra de una empresa no es algo repentino, sino paulatino; en donde se van dando una serie de situaciones en cadena que tienen un desenlace negativo e inciden varias, si no, todas las personas que forman parte de la empresa.
A todo esto, la manera inteligente de abordar cualquier problemática es identificando su origen para, en primer lugar, no cometer el mismo error; y en segundo, que esto sirva como base para crear las estrategias adecuadas para su solución. Es por esta razón que es importante responder a las preguntas iniciales que refleja el porqué de la situación.
No obstante se identifique el origen del problema, la parte más importante de todo este proceso es saber qué hacer; tener a la mano los pasos a implementar a la hora de abordar una potencial quiebra del negocio. En base a esto, queremos compartir algunas pautas claves que te pueden servir ante la realidad financiera de tu empresa.
A todo esto, debes estar consciente de que si tu negocio está al borde de la quiebra es por algo, y ese algo tuvo las repercusiones que estás vivenciando ahora; por lo tanto, debes contemplar la posibilidad, si los números no te dan positivos, de cerrar el negocio.
Toda acción humana, por definición y condición, es limitada. Esto quiere decir que nada humano está destinado a ser para siempre. Esto significa que si por alguna razón debes tomar la decisión de descontinuar el proyecto; no te desanimes. No eres el primero ni el último, y cómo decía mi abuelo cuando pasaba algo adverso en mi vida "eso es parte del deporte". Y la quiebra, aunque no es deseada, es una posibilidad en el mundo empresarial.
En ese sentido, debes tomar en cuenta que existen otras cosas que puedes elaborar y puedes tomar ésta experiencia como un punto de acopio para tener un mejor desempeño empresarial. Por lo tanto, aunque es un paso que entristece, lo mejor es seguir adelante, enfocándote en lo que realmente es productivo y que te añade valor.
Pasos a tomar en cuenta si tu negocio está al borde de la quiebra
Ante la realidad de estar en el umbral de la quiebra, lo más importante es mantener la calma y el pensamiento frio. Es decir, desde este punto en adelante, todas las decisiones que tomes son claves y requieren de una atención particular. Por lo tanto, no debes perder la cabeza, direcciona tus esfuerzos a lo que te conviene más a ti, que eres quien dirige el negocio, y a tu proyecto, que es la razón de tu trabajo.
En ese sentido, vamos a listar tres pasos que debes tomar en cuenta en caso de que tu negocio esté al borde de la quiebra, de manera que puedas manejar esta situación de la mejor manera posible y que resulte en un buen desempeño financiero.
Paso No. 1: Realidad financiera actual
La primera pauta es quizás una de las más importantes de todas, porque en ella se fundamente gran parte de tus decisiones. Estamos hablando saber la realidad financiera actual del proyecto.
La razón de ser de cualquier negocio es generar riqueza, y esto se mide en la creación de utilidades que satisfagan el desempeño del proyecto, como la de sus propietarios. Por lo tanto, determinar la realidad financiera actual de tu negocio es de suma importancia, porque en ella se resumen los aspectos neurálgicos del porqué se tiene un proyecto empresarial en primer lugar.
Para esto debes enfocarte en tres aspectos básicos:
- Liquidez
- Rentabilidad
- Nivel de endeudamiento.
Cada uno de estos aspectos representa la capacidad de solventar los compromisos a corto plazo (Liquidez), satisfacción de inversionistas y de la propia empresa (rentabilidad) y qué porción del negocio es ajena a este (nivel de endeudamiento).
Para ello, debes elaborar los estados financieros (Estado de Situación y Estado de Resultados) de los cuales se extraen los ratios financiero que sustentan los tres aspectos básicos que mencionamos. Con el fin de tener una información resumida y al punto de tu realidad financiera.
A todo esto, aunque te debes enfocar en estos tres aspectos, no tienes que limitarte a ellos, puedes ampliarlos tomando en cuenta los activos disponibles, tu nivel de ingresos, el historial de tus utilidades, etc. Todo lo que te pueda servir para aclarar tu panorama y tener un mayor nivel de información debes utilizarlo. Recuerda que cada decisión es clave e importante de ahora en adelante y si tienes un mayor nivel de datos entonces reduces el riesgo de tomar una decisión no asertiva.
En ese sentido, es prudente que te auxilies de algún profesional de las finanzas que te asesore en términos de los indicadores y que te pueda dar una opinión, basada en los datos expuestos, sobre cuáles son tus opciones.
Paso No. 2: Tomar una decisión razonable
Luego de tener una panorámica de qué está sucediendo en términos financieros, es hora de tomar una decisión que vaya acorde a la información que has compilado. Esta debe ser sobre la base de la razón y no de las emociones. Aunque es válido acotar que esto no es una tarea sencilla, ya que somos entes emocionales, máxime con nuestra cultura latina. Y tomando en consideración el apego que usualmente tenemos con nuestros emprendimientos.
Sin embargo, en esta etapa debes enfocarte en lo racional. Viendo qué te dicen los números y en función de ellos actuar. Estos te pueden develar dos posibles opciones: "Se puede" o "No se puede".
Si la respuesta es "se puede" entonces debes canalizar tus esfuerzos a generar liquidez para el sostenimiento de la empresa; esto incluye vender activos, liquidar inventario, hacer ofertas, etc. Todo lo que puedas hacer para que el negocio siga a flote.
Si la respuesta es "no se puede" entonces debes considerar, seriamente, cerrar el negocio. Hacer esfuerzos que no tendrán resultados es desgastarse en el intento para lograr un imposible, por lo tanto, es prudente que pongas las cartas sobre la mesa y te des cuenta de que este proyecto llegó a su fin y lo hagas lo antes posible porque si continuas en esa nube, cuando se desvanezca tu caída puede ser estrepitosa y lo lamentarás con creces.
Paso No. 3: Identifica tus alternativas
El paso número tres es la respuesta final a todo el proceso, porque en este vas a ponderar, partiendo de los números y la decisión razonable, la estrategia que implementarás en este proceso. Para esto debes tomar en cuenta los siguientes aspectos:
Hablar de inversión es encontrar fuentes que te permitan, en caso de que los números y la lógica coincidan en una respuesta afirmativa, capitalizar tu negocio y relanzarlo. Esto no se limita a que busques dinero, sino que puede incluir dar participación a inversionistas que crean en el proyecto y estén dispuestos a inyectarle los recursos necesarios para reposicionarlo. En este caso tendrías que trabajar en un buen plan de negocios y ponderar darle participaciones importantes en términos de acciones dentro de tu empresa.
Por otro lado, en el caso de la venta entonces entra en escena encontrar a una empresa o persona que esté dispuesto(a) a asumir el control de todo el negocio. Esta tarea es más difícil pero es lograble. Requerirá de esfuerzo y hablar con personas dentro del sector en que te desenvuelves, que conocen la manera en que este tipo de negocios se lleva a cabo, para que entonces puedas ofertar tu empresa.
Tener un negocio al borde de la quiebra no es nada deseable. Es un proceso que tiende a generar estrés y malos ratos. Sin embargo, es algo que hay que enfrentar y asumir con entereza y gallardía. Enfocándose en lo que realmente añade valor. Identificando las potencialidades, para maximizarlas hacia la creación de valor.
No obstante, hay que elegir un camino. Para esto es necesario tener una panorámica de la realidad financiera, tomar una decisión racional e identificar las alternativas disponibles, de manera que se puedan encausar los esfuerzos hacia aquello que sea beneficioso para ti.
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