Ahora que ya estamos otra vez "establecidos" después de las vacaciones y el desajuste horario y de quehaceres mi niño está mucho mejor gracias a Dios. Con deciros que no ha llorado en toda la mañana más que igual 10 minutillos os digo todo. Me he dado cuenta que necesita rutinas. Cuando estamos haciendo algo que preve que haremos y entra dentro de sus planes está tranquilo y lo acepta bien. Me he dado cuenta que no sólo influyen sus rutinas, sino también las mías. Si estoy haciendo algo nuevo, como estos días que he estado recolocando muebles, ordenando armarios por dentro (colocar ropa de las maletas, sacar ropa de verano, meter ropa de invierno, sacar ropa pequeña de los niños,....) y poniendo lavadoras como si tuviera una lavandería, pues el niño estaba un poco descolocado. A esto sumarle que llevábamos un mes y medio fuera y todo era como "nuevo" otra vez. Hoy he retomado mis quehaceres de antes, he empezado a coser en mi horario habitual. Y mientras cosía mi niño ha estado muy tranquilo, y eso que es una actividad de las que no le hago mucho caso, pero a él le da tranquilidad el saber que estoy ahí sentada un tiempo determinado con mi ruidillo de la máquina y se pone a jugar con sus hermanos a lo que tercie. Así que tengo que dejar mi "modo hippie" que he traído de marruecos y volver a mi "modo rutinas" que tenía antes de irme, porque es lo que le da estabilidad y tranquilidad a mi peque.
Muchas gracias a todas por estar ahí, por vuestros mensajes de apoyo y ya os contaré cuando vaya al pediatra que tengo pendiente la revisión de los 2 años y llamaré para meter prisa con la revisión del centro de atención temprana que parece que se han olvidado de mi. Besitos!!!