Mi primer viaje en coche por Europa

Por Undiaenelpolo @Undiaenelpolo
En este post Nuria os cuenta cómo fue su primer viaje al extranjero, en concreto, una ruta en coche desde Madrid hasta el norte de Francia, pasando por Burdeos y el Loira, y vuelta por Bélgica y la Selva Negra alemana. Esperamos que los consejos y datos de este post os sirvan si tenéis pensado viajar por Europa con niños o bebés.
Mis padres decidieron que para ser la primera vez lo mejor era hacer algo que ya habían probado ellos varias veces: viajar por Europa en el propio coche desde Madrid, añadiendo esta vez a un bebé de un año. Os voy a contar cómo fue mi viaje, su organización, la ruta, qué llevar, alojamientos... todo, para recorrer Europa con un bebé de un año, que es la edad que yo tenía entonces.

Nuria en Chenonceau


La ruta
Mucho antes de que yo existiera, mis padres se quedaron prendados de las regiones de Picardía y Norte Paso de Calais en Francia, antes incluso de ver la peli "Bienvenidos al Norte". En su último viaje por esa zona vieron un cartel anunciando el Museo de la I Guerra Mundial y los memoriales de la batalla del Somme y decidieron que ese sería su primer destino cuando yo existiera. Dicho y hecho.
La zona del Somme fue el principal objetivo del viaje y allí pasamos varios días. El resto de los destinos fueron acoplándose a ese objetivo principal, pensando en todo momento en distancias mucho más cortas de lo habitual para mis padres, más tiempo en cada sitio, varios lugares que ya conocían para estar más tranquilos e infinidad de planes para que yo disfrutara lo más posible de mi primer viaje en coche por Europa. Así, la ruta quedó del siguiente modo:
  • Día 1: Madrid - Burdeos
  • Día 2: Burdeos - Castillo de Chenonceau - Omiécourt 
  • Día 3: Remembrance Trail: campos de batalla del Somme 
  • Día 4: Remembrance Trail: campos de batalla del Somme 
  • Día 5: Amiens 
  • Día 6: Abadía de Orval 
  • Día 7: Arrás y Peronne 
  • Día 8: Campos de batalla de Ypres 
  • Día 9: Luxemburgo - Línea Maginot - Estrasburgo 
  • Día 10: Gengenbach - Freiburg 
  • Día 11: Selva Negra: Schonach - Triberg - Villingen 
  • Día 12: Colmar 
  • Día 13: Titisee 
  • Día 14: Perpignan 
  • Día 15: Perpignan - Alicante

Preparativos
Mis padres planifican en detalle cada viaje que hacen, con las previsiones de qué hacer cada día, lo que no se pueden perder y dejando una parte del tiempo para la improvisación. En esta ocasión lo que hicieron fue planificar esas visitas imprescindibles de cada día para las mañanas y dejaron las tardes para que yo improvisara según mis necesidades de ese momento: echar una buena siesta, gatear por parques y jardines, subirme en un tren, bañarme en lagos naturales o pasármelo como nunca en el Espejo de Agua en Burdeos.
Para saber bien qué ver en aquellos sitios que aun no conocían unos meses antes del viaje solicitaron información en las web de las oficinas de turismo. Así, entre la información que recavaron ellos y lo que les enviaron por correo desde algunas de ellas pudieron planificar en detalle la ruta y qué ver en cada sitio. Estas son las dos webs de turismo de lo que íbamos a visitar seguro:

Además de la información, también nos aseguramos de tener todos el DNI en vigor, llevar nuestras tarjetas sanitarias, tanto las de la Seguridad Social como las del seguro privado, toda la documentación del coche y puesta a punto de éste un par de semanas antes.

Equipaje
Si queréis información o consejos de qué llevar para los adultos, lo mejor es que consultéis otros posts o a mis padres en su e-mail porque yo aquí me voy a centrar en lo que hay que llevar en la maleta para un bebé de un año.
  • Ropa: aunque el viaje lo realizamos en agosto, la experiencia de mis padres con todo lo ubicado por encima de París hizo que llevaran para mí varias chaquetas, pantalones largos, calcetines, un par de mantitas para los trayectos en coche y un abrigo fino. Y por su experiencia en la Selva Negra: pantalones cortos, camisetas y vestidos de tirantes, pañales de agua, gorros de verano. Y por supuesto, mucha más ropa que días, porque aunque tengas lavadora, detergente y tiempo, siempre vamos a manchar más de lo previsto.
  • Higiene: un paquete de pañales (cuando se acabó compraron más en el supermercado más cercano), toallitas, esponja, peine, gel, crema hidratante y para el culito y protector solar. Llevamos también mis pañales de agua para la parte de la Selva Negra.
  • Alimentación: como yo no soy una gran comedora precisamente, mis padres no quisieron arriesgarse y llevaron potitos grandes y especial cenas para cada día porque nos habían advertido que el sabor podría ser diferente si los comprábamos fuera de España. También llevaron bricks de leche entera de vaca para los primeros días (y mis biberones), galletas, mis cereales de desayuno y postres tipo natillas de los que no necesitan frío. Al final sobraron algunos porque yo fue cruzar la frontera y empezar a comer de todo y en cantidades nunca vistas por mis padres; así que ellos aprovecharon los días de apartamento con cocina para comprar en el super más cercano y hacerme cenas caseras: pescado a la plancha, tortilla francesa, purés de verduras... Y también frutas de la región como frambuesas y petit suisse y yogures que hasta ese momento me negaba a probar. Para poder calentar mis potitos a mediodía, que estábamos siempre fuera, íbamos a restaurantes en las grandes ciudades y también a McDonalds y Quick (¡qué ricas las patatas fritas!) porque así además podía yo jugar un rato en la zona de niños. Yo estoy acostumbrada a comer sobre las 12:30 o 13 así que nos vino de perlas a todos el horario europeo para las comidas porque en España es imposible ir a un restaurante a esas horas.
  • Botiquín: aunque yo no tengo ninguna enfermedad ni soy de ponerme malita, hay cosas que siempre hay que llevar, por si acaso. Así, termómetro, apiretal, dalsy, arnidol, suero fisiológico y suero oral no deben faltar en la maleta. Y si vienen de vuelta tal cual, mejor que mejor.
  • Para el coche: aunque lleves un bolso repleto de ellos en la silla, deja siempre en el coche pañales y toallitas. Creedme, no queréis vivir la versión de mis padres de "In Flanders Fields". Lleva también algo en mi ventana para que no me dé el sol, una mantita, algún juguete, agua, chupete, peluchito para dormir... Esos son mis "obligados", pero ahí ya cada uno que vea qué necesita su bebé.
  • Y además: cuna de viaje si no tienes garantizada una en todos los alojamientos, sábanas, trona portátil, baberos desechables, cubiertos, capa o toalla de baño, mochila portabebés (muy práctica para visitas con escaleras si todavía no andan), silla de paseo y la silla de coche, en nuestro caso la maxicosi. Como tras este viaje nos dirigimos directamente a la playa sin pasar por casa, mis padres llevaban también juguetes de agua y una piscina de bebé que nos vinieron de perlas en nuestra casa en Omiécourt con el sorprendente calor que nos hizo.

Trayectos largos
Como ya os he comentado, mis padres planificaron este viaje para el doble de tiempo de lo habitual en ellos. Aun así, hubo tres trayectos largos inevitables: Madrid - Burdeos, Omiécourt - Estrasburgo y Freiburg - Perpignan. Todos ellos los hicimos de noche, saliendo entre las 3 y las 5 de la madrugada y alterándose mis padres para conducir si hacía falta. Así yo iba dormida tan feliz. Los trayectos más largos de cada día de visita los dejaban justo para después de comer los tres porque así yo echaba mi siesta en el coche y luego teníamos toda la tarde para jugar. Y si las distancias eran cortas y yo aún estaba dormida aprovechaban para visitar primero uno y luego el otro algo pendiente, como los memoriales del Somme.
Alojamientos
En este viaje alternamos los apartamentos alquilados a través de Airbnb con los famosos Ibis que tanto usan mis padres en este tipo de viajes. ¿La diferencia? Que al llevarme a mí no ajustaron tanto el presupuesto en beneficio de tener mejor localización en ciertos sitios o extras como jardín en una de las casas. En concreto, estos fueron nuestros alojamientos:
  • Ibis Burdeos Centre Bastide: mis padres ya se habían alojado aquí otras veces y les pareció perfecto, a un corto paseo a pie del centro histórico, con un jardín botánico al lado y aparcamiento gratis. Me pusieron una cuna estupenda y nos regalaron el desayuno por tardar en darnos la habitación. En el mismo hotel me calentaban sin problema mis potitos y me lo pasé pipa gateando por la habitación y la recepción.
  • Apartamento en Omiécourt: ahora no aparece en los buscadores, pero se llamaba el granero de Bianca (la yegua) y fue el alojamiento perfecto para los tres: una habitación para mí solita con cuna, baño con cambiador, parque lleno de juguetes en el salón y un jardín precioso con columpio para mí.
  • Ibis Estrasburgo Petite France: en esta ocasión mis padres eligieron un Ibis distinto a su habitual en Estrasburgo por estar tan cerca del centro y tener parking. Íbamos a llegar tarde después de todo el día de viaje y visitas así que al tener el hotel en el centro pudimos dar un paseo por la ciudad e incluso subir en mi primer carrusel. Me pusieron una cuna estupenda.
  • Aparatamento en Freiburg: tampoco nos sale en el buscador ahora, pero es un apartamento en el centro, a 5 minutos de la estación de tren y otros cinco del centro histórico. Lo único malo fue que el coche había que aparcarlo en la estación y al tener que llevar aquí mi cuna y demás fue un poco pesado.
  • Hotel de France en Perpignan: lo elegimos por estar pegado al centro histórico, igual que el de Estrasburgo, sólo que éste, entre viejo y el parking un poco lejos (y no garantizado), hicieron que fuera el peor del viaje con diferencia.
¿Qué os parece mi primer viaje? Escribiendo ahora esto me entran unas ganas de volver... Y encima el próximo será ya con mi hermana Alicia, a ver si se nos da tan bien como este y os lo podemos contar pronto. De momento os dejo el vídeo que han hecho mis padres de este viaje:

Próximamente iré detallando lo que más disfruté de cada uno de los destinos, porque aunque mis padres os cuenten lo que ver o hacer en Burdeos, Amiens o Estrasburgo en un día, yo tengo mi propio punto de vista y puede venirle bien a otro bebé o niño. ¡Hasta la próxima!