El día previo a la Maraton tenia mi ropa lista en la cama, como si fuera el terno del matrimonio al que has sido invitado, la cama, que no me atreví a usar me acompaño toda la madrugada, la ansiedad hizo bien su papel y no regalo ni siquiera un poco de sueño. A eso de las 5am me vesti para esa cita ineludible que tenia conmigo mismo, con mi hija, con mi familia.
Ya a escasos 2 km para la meta y a casi 6 horas de haber comenzado, no podía mas, los intentos de calambres eran cada vez mas seguidos y amenazaban invadir definitivamente mi ser, así en ese estado fue que aparecí en la recta final, parecía estar a un kilómetro de la meta, al entrar a esa recta en medio de la pista había un juez que tomaba apuntes y tenía un Nextel en la mano, me miro, vio mi número y procedió a hacer su labor, casi instantáneamente se escuchaba por los parlantes: "...en estos momentos esta llegando a la meta con el No 202 Armando William Huayta Málaga...",
la emoción me comenzó a invadir (se nota en la penúltima foto), definitivamente no era el primero, pero tampoco el ultimo, pensé en mis hijas, pensé en mi padres, pensé en todos, por un instante me sentí en el cuerpo de un maratonista en las Olimpiadas representando a su país, que emoción, ya no puedo mas, afloran las primeras lagrimas, faltan 200 metros y la adrenalina te hace correr sin pensar, te hace acelerar peligrosamente, la gente (poca en ese momento) te alienta, te grita que no desmayes, que ya lo lograste, me sentía de papel, en esos inacabables momentos recuerdo comenzar una especie de rezo, una plegaria en voz alta pidiendo, exigiendo que YO ya hice mi parte,la estoy terminando y que EL haga la suya, esa que le pedí en todo el trayecto, esa que me motivó a correr 42 km, también que no me pase nada, que no desmaye, que no me acalambre y me lesione de gravedad, todo es mas rápido, pensaba que me caería o desmayaría y no pasaría la meta; a lo lejos diviso a mis hijas que me gritan, me hacen señas, no se que dicen, se que me alientan, corro casi agachado, levanto un poco la cabeza, trato de demostrar entereza, fuerza, pero por dentro soy solo un niño pues estoy llorando, piso la alfombra en la linea de meta, la misma que hace sonar el chip que pende de un hilo de mi zapatilla derecha y cruzo la meta, mis hijas entraron a la pista y me abrazo con ellas, lloro mas aun, ya no tengo vergüenza, ellas al verme así se emocionan y lloran también. Gesticulo algunas palabras que la emoción no pudo callar: "...YA VES QUE SE PUEDE....SE LOS PROMETÍ…"
Fue uno de los abrazos mas hermosos que me dí con mis hijas y realmente nos fusionamos, era la imagen de un hermoso cuadro, siempre imagine este momento, era como si estuviera repitiendo algo que ya lo había hecho antes, y era cierto por que lo soñé muchas veces y se cumplió.Camino abrazado con ellas, me voy volviendo de piedra, mis piernas se van endureciendo, una chica viene y me saca el chip y simultáneamente pone en mi cuello la medalla, mi medalla, esa que tiene grabada la palabra Maratonista, la que me avala ante los demás que no solo corrí, sino que llegue a la meta de una maratón de 42 km.
Luego de la llegada la curiosidad hizo que fuera con mis hijas a la farmacia mas cercana, me subí a la balanza y me pesé, el papelito confirmó lo que me suponía, decía que luego de casi 6 horas (llegue cerca de la 1pm) con 106kg, de peso y con 44 años había completado una MARATÓN DE 42KM, sin tener la preparación deseada, pero motivado por el motor mas grande que puede tener un padre….el inmenso amor a sus hijos.Como dijo un amigo Runner argentino…"...Todo empezó con un sueño, ..soñé con ser héroe por un día……y ese día…….llegó!..."Nuevamente ya estoy listo para inscribirme y en unos meses correr la que será mi 3ra Maratón de 42km a realizarse en el 2012.
Hoy, ya tengo mas de 11 carreras de 10k y 21k en mi haber y siempre en medio de ellas me vuelvo a encontrar con ese SER al cual le sigo pidiendo que me haga esa "gauchada", esa, la que siempre le pido...... así el me diga que para eso, tenga que seguir corriendo ... toda mi vida."Dedicado a mis hijas, Athenas y a la luchadora Aroa"
William Huayta