Mi principio…y mi probable fin: Abran paso que Alan Davis ha vuelto

Publicado el 09 abril 2013 por Ruta42 @ruta42

Portada de ECC

Batman no siempre ha sido ese personaje oscuro, de aspecto casi demoníaco, con voz grave y una retorcida y astuta mente. También ha habido días en los que Gotham no parecía tan siniestra, su atuendo era más colorido, e incluso ( y sin que sirva de precedente) gozaba de buen humor ¿El responsable? un genio llamado Alan Davis.

ECC recopila los números 569 a 574 de Detective Comics, publicados por DC entre 1986 y 1987. El título, Mi principio…y mi probable fin, corresponde al nombre de la última aventura ofrecida en el presente volumen. Con Mike W.Barr al guion y el incomparable Alan Davis a cargo del dibujo, ECC ofrece una de las etapas más clásicas y alocadas del Hombre Murciélago.

Años antes de que el Joker asesinara con una barra de metal a Jason Todd, Barr ya jugaba con la posibilidad de un Robin malherido, un Batman culpable y un Príncipe Payaso más que furioso. Eran atisbos de lo que sucedería poco después. Las semillas estaban ahí, ocultas entre la estética pop y los argumentos divertidos. El tomo cierra con la historia más seria de todas, colocando a Batman en una incómoda postura moral al replantearse su actitud como mentor del rebelde Robin. Además, Catwoman se despide como aliada del enmascarado y Davis la retrata combinando su traje más tradicional con sus curvas más atrevidas. En el apartado gráfico también el Joven Maravilla sale beneficiado por el arte del dibujante, que saca a relucir su aspecto más infantil y circense (en un intento por alejarse de esa personalidad tan chocante que tenía Jason) ignorando lo que Jim Starlin y Jim Aparo le tendrían reservado cuando llevasen a cabo Una muerte en la familia.

Historias autoconclusivas, villanos ridículos, matones de segunda, viajes introspectivos, descendientes del mismísimo Moriarty y la participación estelar del Hombre Elástico completan un volumen altamente recomendable para todo buen lector de Batman que, algo saturado por su personalidad fría y calculadora, quiera disfrutar de una lectura amena y magistralmente dibujada por uno de los grandes como es Alan Davis. 

Nacho Pillonetto

Milano y comiquero.