Llegar a casa casi de noche tras un día bastante ajetreado, es un momento de increíble placer, es hora de quitarse los zapatos, dejar el bolso y comenzar a disfrutar de tu hogar y de los objetos que lo componen.
Con una simple caricia saludo a mi pajarita, la luminaria de Obvious, y ella me corresponde encendiéndose. Me siento en mi silla serie 7, dejo el bolso y me descalzo. Siento bajo mis pies el agradable tacto de la alfombra de Brita. Bien, ya estoy en casa!!! Me dedico un sonrisa a través del espejo y también a los fieles personajes de mis cuadros. Me lleno de ternura al ver a mi elefantito, estoy lista! Hogar dulce hogar...