Estamos ante una novela que arranca despacio, pero que en pocos capítulos te atrapa irremediablemente. Si bien Carlota es la protagonista, hay un elenco de tramas y personajes magistralmente elaborados que prácticamente crean una historia coral. A través de su hermana Julia conocemos a los Balmaseda, a los distintos momentos en los que sus vidas se han cruzado, y es que ambas familias tienen todo un pasado lleno de traiciones, engaños y secretos y, fruto de ello, un presente lleno de frustraciones, fracasos y cosas por decir. Pero no quiero entrar en muchos detalles, es mejor descubrirlos a través de su lectura.Aunque la historia se desarrolla en la actualidad, tiene su base en hechos acaecidos en los años 50. Eran otros tiempos, tiempos en los que el maltrato psicológico era considerado como normal, especialmente en las familias de clase alta. Tiempos en los que casi todas las mujeres se conformaban y aceptaban sus circunstancias, por muy pésimas que fueran, pues el sometimiento económico, físico y social a su marido era total. La autora refleja perfectamente esa sociedad de antaño mediante los contrastes y la incomprensión de las mujeres pertenecientes a distintas generaciones que aparecen en la novela (la madre de Carlota, la propia Carlota, Julia o la joven hija de Julia, por poner solo algunos ejemplos). Es muy fácil emitir juicios cuando no se ha vivido en unas condiciones que hoy día escapan a nuestro entendimiento.
Estamos, en definitiva ante un libro que nos habla de las emociones más primarias, de la infelicidad, el desamor, las relaciones de pareja, las relaciones tóxicas que se establecen a veces entre los hijos y sus progenitores, las segundas oportunidades...Una gran madeja que vamos deshilachando poco a poco y casi sin darnos cuenta. Muy recomendable ( y eso que yo no soy muy de novelas premiadas).
Nota: Cazando Estrellas se toma un descanso en agosto para volver con las pilas cargadas en septiembre. Gracias por estar. ¡Nos leemos!