Mi regalo de Amigo Invisible Blogger: cupcake de ganchillo

Por Leyre Alcalde Gordo @Littlekoala82
Tenía muchas ganas de enseñaros lo que le regalé a mi amiga invisible Eni, pero claro, ¡tenía que mantener el secreto hasta que llegara!

Reconozco que lo envié un poco justo de tiempo, y claro, en navidades Correos se satura...así que empecé a ponerme un poco nerviosa. Pero finalmente, mi regalo llegó a su destino.

Foto de Eni´s Kitchen


El calendario lo compré aquí, me pareció un regalo muy bonito para regalar en Navidad, ya que además de 12 recetas deliciosas, ayudas a que ningún niño se quede sin beca de comedor, porque aunque no lo creáis, algunos niños en nuestros colegios pasan hambre. La única comida importante que reciben es en el comedor, y si encima les quitan las becas...¡no quiero ni pensarlo! así que me gustó la idea de poder aportar mi granito de arena. Además, al ser cocinera, seguro que Eni le saca mucho provecho.
Además del calendario, también quise hacer algo con mis propias manos, así que se me ocurrió reciclar una cajita de crema que tenía en casa esperando a tener una nueva vida (sabía que se me iba a ocurrir algo que hacer con ella, pero aun no lo tenía claro). Para ello, la lavé bien para eliminar cualquier resto de crema y me puse manos a la obra.

Empecé tejiendo en círculo y aumentado en cada vuelta, para cubrir la base de la caja. Una vez tuvo la misma medida, tejí una vuelta sólo por la hebra de atrás (back loop) para que se notase que pasaba de la base a la pared. 
Después, seguí tejiendo en círculo, ya sin hacer ningún aumento, hasta que alcanzó la altura que yo quería. Para darle un poco de gracia y que pareciera una blonda, intenté tejer una especie de pétalos, alternando un punto enano, tres puntos altos. 
Una vez terminado, lo fijé a la caja con pegamento tipo superglue y me puse con el cake. De nuevo empecé a tejer en círculo, haciendo aumentos hasta que alcanzó el diámetro de la tapa. Para el efecto de la crema tejí un círculo, y lo rematé alternando puntos bajos, altos y enanos de forma aleatoria. Y para el toque final, hice una guinda, que no es mas que una pequeña bola. Cosí la crema y la guinda al cake y lo pegué a la tapa del bote, colocando un poco de relleno de cojín para que quedase mullidito.
Por último, hornee unas galletas de jengibre. La receta es de Ikea, ¡y salen unas galletas deliciosas!

Espero que os haya gustado, y que os animéis a reciclar los botes que tengáis por casa. Yo estoy dándole una segunda vida a varias cosas para decorar el piso nuevo. Ya os iré enseñando cositas.
¡Qué tengáis una feliz semana!