Personalmente todavía recuerdo cierta frase de la novela "Peligro inminente", del escritor norteamericano Tom Clancy, de la serie que narra las aventuras del analista de la CIA, Jack Ryan y de la cual se hizo posteriormente una película con Harrison Ford en el papel de Ryan, en la que decía algo así como que "las personas realmente importantes no tienen que esforzarse para demostrarlo". Yo siempre he pensado precisamente esto de cosas como por ejemplo las películas que asisten a las ceremonias de premios más importantes, como los Oscar norteamericanos. Todavía recuerdo aquella ocasión en la que dieron un reportaje por televisión sobre el premio que se llevó Alejando Amenábar por su película "Mar Adentro", en la que se narraba la ingente cantidad de entrevistas y reuniones que tenía que hacer el citado director para intentar que le diesen el premio a su película. En estos casos, yo siempre he pensado que cuando una película es realmente buena, no hace falta tantas reuniones, ya que eso indica que puede que no sea tan buena como nos pretende hacer creer, razón por la cual tiene que ir de puerta en puerta para intentar convencer a todo el mundo de que su película es la más mejor del mundo mundial, por lo que le tienen que dar a él el premio.
En cuanto a los premios en el fútbol, pues pienso exactamente lo mismo. Desde hace ya algunos meses estamos siendo testigos de una campaña para que el próximo Balón de Oro se lo lleve el delantero luso del Real Madrid. Es más, ya hay alguno, como Tomás Roncero, que ya da por hecho que se lo llevará el portugués, y no tiene reparos en decir que, si lo vuelve a ganar el argentino, este premio será un premio sobrevalorado. En este sentido, siempre me ha hecho gracia cómo, dependiendo si lo gana uno u otro jugador, un mismo premio es un premio sobrevalorado o el mejor premio del mundo. Me pregunto que pensaría el citado ¿periodista? en el caso de que los últimos tres premios hubiesen acabado en las manos de su admirado Cristiano. La verdad es que, conociendo al personaje, no hace falta tener mucha imaginación para adivinarlo. A estas alturas ya estarían hablando de un jugador que estaría a punto de hacer historia a unos pocos meses de ganar su cuarto premio consecutivo.
Pero parece ser que Cristiano tiene que ganarlo por narices, y por eso hace ya tiempo se puso en marcha la maquinaria madridista. Como ya he comentado hasta ahora, cuando has de intentar convencer a todo el mundo de que un determinado jugador ha de ganar un premio sí o sí y no tienes que dejar de repetirlo, es que quizás no es tan merecedor de ganarlo como nos quieren hacer creer o no es tan bueno como ellos piensan. La verdad, tengo ganas de que llegue el día de la gala para, por fin, salir de dudas. Me gustaría también que alguien le tomara una foto a la cara de Roncero y demás tertulianos de Punto Pelota en el caso de que Messi consiga su cuarto premio consecutivo, al mismo tiempo que ardo en deseos de escuchar el discurso anti UEFA del citado Roncero en su programa.