Mi relación con papá

Por Felizmenteatado @felizmenteatado

Hola a todos, soy Dani y voy a cumplir 2 años dentro de poco. Soy el niño que papá ha bautizado como "Niño Tractor" porque dice que soy muy bruto y que cuando hablo parezco sacado de la Segovia más profunda y rural... ya quisiera el Muy que la clase le alcanzara para ser de la Segovia profunda y rural, pero claro, a uno le da hasta donde le da.
El Muy tiene celos porque quiero más a mamá y a la Tata que a él y no comprende que lo muestre cada día sin ningún pudor. A mi el disimule es una cosa que sólo me gusta practicar cuando me pillan arrojando tesoros al water, para el resto de cosas prefiero mostrarme tal y como soy.
Papá se cree que cuando era pequeño no me daba cuenta de las cosas, pero desde que tengo un año soy un niño adelantado a mi tiempo y observaba con incredulidad que el Muy me faltaba al respeto. Cuando tenía 1 año me encantaban tres cosas en la vida: el carro de la compra de juguete de la Tata, la papilla de leche, colacao y galletas y expulsar mocos verdes de manera espontanea. Cuando se juntaban mis tres aficiones yo era un muchacho feliz y vagaba por la casa de un lado para otro recogiendo tesoros que guardaba en el carro para luego esconderlos en el water. Eh! y lo hacía sin esconderme de nadie, que a mi no me gusta que me critiquen por ir de tapadillo... yo pasaba por la cocina y saludaba con un HOLAAAA a todo aquel que quisiese recibir mi saludo. Pues no os vais a creer cómo me llamaba mi papá durante esa larga temporada de mi vida: "el Sin Techo", tomaaaa, tomaaa liada, ¡que mi padre es tonto!. Se reía y decía que parecía un mendigo loco y borracho yendo pasillo arriba y pasillo abajo con la cara llena de mocos, manchas de colacao en los mofletes y restos de galletas por el pijama.

Eso sí, a papá también le quiero, un poco menos que a las chicas de la casa y que a Gretzky, pero el Muy tiene sus ratos en que se deja querer... sobre todo cuando me enseña a hacer el grito de Cristiano Ronaldo, a hacer el ritual de la Haka neocelandesa o cuando jugamos a que le piso todo el cuerpo y le golpeo con rotundidad hasta hundirle el pecho. Ahí mi papá mola porque es el único que hace conmigo el payaso hasta niveles extremos y deja que lo humille sin compasión.
Y es que a mi papá le quiero un trillón pero no se lo digo para que siga comprando mi amor a base a fantochadas con las que me hace feliz.