La piel necesita respirar y, aunque no nos hayamos maquillado, es necesario que eliminemos el sudor y la contaminación que se acumulan en nuestros poros, obstruyéndolos, impidiendo que los productos de tratamiento penetren correctamente y provocando un aspecto apagado.
La parte negativa de las rutinas diarias, y la dificultad para su cumplimiento, es que sean precisamente eso: diarias. Mañana y noche, noche y mañana, ayer, hoy y al día siguiente, y así hasta un infinito interminable. Por algo las llaman rutinas. La parte positiva es que si eres constante, tu piel lo agradece enseguida, especialmente si utilizas los productos adecuados.
Yo, desde hace unos años, creo haber encontrado la rutina ideal para mi piel mixta, sensible, con tendencia a la deshidratación, y tan fina y clara que tiende irremediablemente a la flacidez (ayudada por la edad, claro está, que los 40 es una edad muy buena, pero también muy mala para según qué cosas).
Empiezo contándoos en qué consiste mi rutina nocturna para rostro, cuello y escote, que está principalmente encaminada a hidratar, matificar, tensar y revitalizar la piel.
Los productos que utilizo son de Biologique Recherche, una marca francesa creada en 1968 que elabora una cosmética especial y diferente y que únicamente se vende en centros de estética. Esta marca emplea concentraciones de extractos vegetales, biomarinos y biológicos muy elevadas (por encima del 20% en la mayoría de los productos) y lo más puras posibles. Además, la mayoría de los productos se elaboran en frío para conservar las estructuras originales de los ingredientes activos.
Otra de sus características es la ausencia de perfumes, con el fin de conservar la integridad de las fórmulas y evitar intolerancias y alergias. Esto hace que el olor de los productos sea francamente indefinible, tirando a desagradable, pero desaparece a los cinco minutos de aplicar el producto y enseguida te acostumbras a él. A mí, al menos, no me costó demasiado acostumbrarme.
La aplico realizando un masaje circular ascendente, empezando por el escote y el cuello y terminando en las sienes y la frente. Es muy fácil de extender y penetra increíblemente bien en la piel, dejándola muy jugosa y resplandeciente. No solo es una leche limpiadora, sino un producto de tratamiento más que deja un aspecto de buena cara inmediato.
A continuación la retiro con la toallita Sponge Chief de Kanebo (un auténtico descubrimiento que me ayuda a que la limpieza sea mucho más profunda), y me pulverizo el rostro con agua termal de Avène.
Sigo con el sérum Elastine Pure, un suero de elastina vegetal que trata las arrugas y mejora la elasticidad de la piel, recomendado para pieles deshidratadas y/o maduras. De momento, solamente me lo aplico en el contorno de los ojos y la boca y en las pequeñas arruguitas del entrecejo.
Una parte importante de la filosofía de esta marca radica en la atención personalizada, por lo que únicamente se vende en determinados centros de estética que cuenten con un profesional que tenga formación en los productos y después de que este haya realizado un diagnóstico exhaustivo de tu piel.
Antes podían encontrarse en alguna tienda online, pero debido al requisito de atención personalizada, la marca lo ha prohibido. Por si estáis interesadas, os dejo aquí una página en la que podréis encontrar los centros de estética de vuestra ciudad que la comercializan.
Para que os hagáis una idea del precio, acabo de reponer mi P50W y el bote de 250 ml me ha costado 68,82 €. No son los productos más económicos del mercado, pero para mí merecen cada céntimo que cuestan. Además, debido a sus altas concentraciones de principios activos, basta con aplicar una dosis muy pequeña de producto, por lo que suelen durarme de media ente ocho y diez meses. A la larga, compensa totalmente.
¿Y vosotras?, ¿conocéis algún producto de esta marca?