Mi tarde con enric gonzález

Publicado el 24 enero 2013 por Molinos @molinos1282

Por razones que no vienen al caso estoy disfrutando de unas vacaciones de solterismo. Solterismo desde las 9 de la mañana que despido a las princezaz que se van al colegio, hasta las 5 que como buena madre (aunque falsa) las recojo en el colegio. 8 horas libres a mi entera disposición. 
Como llevo 12 años, 1 mes y 23 días condenada a la vida en el polígono de Mordor, cuando disfruto de días laborales en Madrid me comporto como si fuera de provincias. Voy caminando asombrada de la cantidad de gente, de los coches, de las muchísimas tiendas que hay y de la actividad incesante de la ciudad. Me paso la vida en un polígono industrial, en las brumas de Mordor que apestan a pienso de perro y con bolas de paja que ruedan…llego a Madrid y me siento Alfredo Landa en Vente a Alemania Pepe. 
El caso es que estoy disfrutando de mis vacaciones de solterismo muchísimo. Y no, no me gustaría pasarlas con las princezaz y El Ingeniero por ahí. Esto me va a restar puntos en el ranking de madres entregadas pero me da igual. Estoy feliz. 
Además de feliz, estoy superenergética y con ganas de hacer cosas y una de las cosas que me apeteció hacer ayer fue ir a la presentación del libro de Enric González que hacían los intensos de JotDown en la librería Méndez en la calle Mayor. 
Cumplí un poco por encima mis obligaciones maternales de tarde con laz princezaz y salí corriendo a pillar el metro.
-     Mami, ¿dónde vas?
-   A la presentación de un libro.
-     ¿Más libros?? Pero si tienes miles...
-   Ya pero este es de un escritor que me gusta mucho…
-     Mami…te gustan más los libros que nosotras.
-   ¡Claro que no!! Pero con vosotras estoy todas las tardes y este señor solo está hoy.
-    Bueno...vete pero tráenos algo. 
Con la conciencia tranquila por el permiso de las princesas y mi carácter de madre desnaturalizada me lancé al metro a las 6 de la tarde. Y para seguir cumpliendo con mi papel en la vida...llegué tarde. 
Estaba completamente petado. Fui capaz de abrir la puerta, cerrarla y quedarme pegada a ella. Había muchísima gente, muchísimos, muchísimos tíos y todos obviamentemás altos que yo. Allí estaba yo, al final de la librería, con mi abrigo de caperucita roja sin ver nada. ¿He comentado que había muchos tíos? Una proporción alarmantemente alta de tíos...conté 10 tías en toda la librería...en fin, pensé que mi afición por Enric era compartida por más mujeres. 
Poco a poco,y haciendo la lagartija fui avanzando posiciones, hasta conseguir colocarme cerca de una estantería dónde apoyarme y dejar el bolso y el abrigo. Lamentablemente estaba al lado de Pérez Reverte pero no se puede tener todo. 
Desde esa posición estuve escuchando hora y media a Enric y a Ramón Lobo sin verles. Sólo oía lo que contaban del libro, de la vida de Enric, anécdotas, quejas, lloriqueos periodísticos (de esto ya escribiré un post). Habló sobre sus libros, sobre su fichaje por El Mundo, comentaron la manifestación que durante un rato atronó la calle Mayor…Estuvo muy entretenido, un poco largo para los que estábamos de pié sudando la gota gorda pero muy entretenido. Hubiera estado mucho mejor si no hubiera tenido que escuchar las cosas que P. Reverte decía alegremente pensando que nadie le oía o pensando que los que le oíamos le hacíamos la ola. En cualquier caso, me sirvió para comprobar que yo tenía razón en mi apreciación sobre él. Al terminar el charleto, seguí haciendo la lagartija y mágicamente acabé la quinta para que Enric me firmara el libro. Por fin le vi. 
Enric se ha dejado el pelo largo, un poco rollito Richard Gere. No soy muy fan de Richard Gere, pero me parece una buena técnica. Primero Enric demuestra que no tiene un problema de caída capilar y segundo se tapa las orejas de soplillo. El único problema que le veo es que ese pelito largo derive hacia la ya conocida tendencia a envejecer hacia señora mayor que ya he comentado por aquí. Enric, no me hagas eso. Al llegar mi turno y como me corresponde tuve una conversación absurda con Enric. 

-   Hola... ¿Cómo te llamas?
-   Molinos.
-   ¿Molinos? ¿Has dicho Molinos?
-   Bueno, si...es una historia larga pero es que publico con ese nombre...
-   ¿Escribes?
-   Bueno...sí, más o menos...algo parecido.
-   Vale, seguro que no dedico más libros a nadie con ese nombre.
-   Así pensado mola. 
Puestos a hacer el frikifandecidí tirar la casa por la ventana y le pedí si se haría una foto conmigo. 
Nos hicieron mil. Ahí estábamos, de pié, mirando a mi móvil y 3 cámaras más,  sonriendo como unos pánfilos. Era casi como un photocall, me faltaba el palabra de honor absurdo. 
-   Habéis salido movidos.
-   Soy yo que estoy temblando de la emoción con esta chica.- dijo Enric. 
Y ahí que me fui sonriendo más feliz que una perdiz. 
Salí y jarreaba. 
Una tarde genial. 
Ah casi lo olvido. Ramón Lobo es como Santa Claus pero con la barba recortada. Dijo que hacia las camas por la mañana y había aprendido a hacer pan. Quiero adoptarlo. 
Y casi olvido también que una descerebrada me reconoció pero no se atrevió a saludarme. Jamás pensé que diría algo así. 
Mi primer post sobre EnricNo se puede molar más que Enric. Entiendo a Enric.