Comenzaré por el más antiguo. El Honey Bronze Shimmering oil de The Body Shop, creo que es el primero que adquirí y sin duda uno de mis favoritos por su comodidad y resultados.De éste tenéis un post completo hablando sobre él así que os dejo el link para que podáis verlo tranquilamente.
Seguimos con las gotas autobronceadoras Addition Concentré Éclat de Clarins. Me decidí a comprarlas porque allá donde mirara encontraba críticas buenísimas sobre ellas y porque buscaba algo que fuese muy gradual, es decir, no quería parecer morena de la noche a la mañana sino que quería ir poco a poco.Su uso es bastante sencillo, coges tu crema hidratante habitual (da igual cuál sea) y le echas dos o tres gotas del addition de Clarins, aplicas como de costumbre y al cabo del tiempo notarás como tu piel tiene un tono más dorado. Es importante lavarse las manos después para que éstas no queden naranjas!Este producto puede usarse tanto en la cara como en cuerpo pero siempre mezclado con la crema o sérum hidratante, nunca solo.Aparte de dar un tono precioso y uniforme, es casi imposible que quede a rodales. Su duración es bastante alta por lo que os aseguro que amortizareis la compra con creces!
Terminamos con uno de mis combos preferido para el cuerpo. Se trata del autobronceador Instant Tan de St. Tropez en el tono Light/Medium y el Tan Maintainer de TanWorx. Jamás uso el uno sin el otro y viceversa. Nunca he sido de usar un autobronceador potente directamente sobre la piel porque las dos veces que se me ocurrió hacerlo mi piel quedó a rodales y con un color bastante feo, así que he optado por mezclarlos siempre con cremas y si además es una específica para este fin pues mejor que mejor.Con el bronceador de St. Tropez consigo un bronceado precioso y duradero y con la crema de TanWorx consigo el acabado uniforme y más ligero que quiero. No hay por qué usarlos juntos pero yo os aconsejo que si sois principiantes optéis por esta opción.
Debo decir que ninguno de los productos que os muestro mancha la ropa ni lo que toquemos una vez se absorben en la piel. Todos huelen bastante bien y se van con los lavados aunque de una manera progresiva. Es decir, no desaparece todo al ducharnos.Yo los uso indistintamente según lo que me pida mi piel y mis ganas, pero sin duda no cambiaría ninguno de ellos por ahora.Recordad lavaros las manos después de usar este tipo de productos y sobre todo, recordad que exfoliar la piel (aunque sea de una manera muy suave) es clave para que el acabado sea perfecto. Yo lo suelo hacer el día de antes y mi piel lo agradece muchísimo.
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