¿Mi truco para mantener la línea? Mi hijo

Por Belen
Así de simple, mi hijo es quien me ayuda a mantener la línea, quien me obliga a correr, saltar, jugar al fútbol, hacer giros, levantamiento de peso e incluso hago carreteras, castillos, y un largo etcétera que más de una conoceréis bien.
Y es que llega esta época de sol, calor y salidas mañana y tarde, y esos kilillos que se pudieran acumular desaparecen radicalmente. Una semana de bajada al parque, con lo que ello conlleva, han sobrado para poder ponerme algún pantalón que quedaba algo justo. Increíble pero cierto, y prometo que no exagero nada.
Eso sí, debéis estar dispuestas a que vuestro cuerpo cambie radicalmente, pasar por un embarazo, y recuperar la figura. A veces se consigue mejor que otras. Yo después de 3 años puedo afirmar que he vuelto a ponerme ropa de antes de tener al churumbel.
No hacen falta dietas milagro, gimnasios, duras sesiones de entrenamiento ni pasar hambre. Tened un hijo, un hijo como el mío claro, imparable e incansable. Esas madres, benditas sean, que pueden sentarse en un banco con sus hijos ahí al ladito jugando con el cubo y la pala, qué santos. El mío no, y para colmo sus amiguitos tampoco, así que nos ves a las mamis y alguna pobre abuela correteando por todos lados.
Pero veamos el lado positivo, ¡estoy en forma!.