Mi vecino Totoro

Por Igork
Mi vecino Totoro es un hombre muy mayor. Vive casi encima de mi patio, en la finca de enfrente. Tiene manchas en la cara y el cuerpo flácido. Su mujer, que no sé cómo se llama, no para de hacer cosas todo el día. Ella es todo vigor y está formada por un amasijo de alambrada aplastado debajo de su piel. Mi vecino Totoro pasa largas horas sentado en una silla con la mirada de los 2.000 metros. A veces me observa, ese hombre que se mueve como un mono. Es que también me hago mayor y debo estirar el cuerpo para retrasar la atrofia. Mi vecino Totoro es del Real Madrid. Su hijo, que es como un enorme oso que ha dejado las abejas del mundo sin miel y sin salmones el río más grande de Alaska, a veces viene y también es del Real Madrid. Le gusta hablar de fútbol y de comer. Miran partidos antiguos en canal Real Madrid Televisión a máximo volumen. Cuando Zidane era bueno. Y cuando Martín Vázquez anticipaba el fútbol con futuro. Reviven un pasado mejorado. Cuando creían vivir de otra  manera y ser unos que en realidad nunca fueron. Aprendo algo de política gracias a mi vecino Totoro. Cuando sale por la tele Puigdemont o Jonqueres, Totoro se sobrecalienta y grita "¡A obedecer, a obedecer!". Pienso en hablarle algún día, ya que hace años que nos vemos. Quizá lo añada en contactos en Facebook o Twitter. O lo busque en Google. Lo he dado por muerto hasta tres veces. Largas estancias en los hospitales. La tele muda. Silencios en el interior de esta pequeña isla de vecinos. Totoro tiene el don de la longevidad. Vuelve a aparecer en el balcón, tosiendo mucho. Luego, se recupera y desaparece la tos. Llegan las golondrinas. Totoro abre un libro en el balcón. Su mujer a veces aparece para desparecer en el interior, pues una casa da muchos quehaceres. Esta mañana mi vecino Totoro mira un partido del Real Madrid femenino. Su mujer le ha espetado: ¿para qué queremos esa igualdad, para qué?. Totoro ha sido escueto, apago la tele. En el verano del principio del adiós a la pandemia, mi vecino Totoro esperará sentado en el balcón. Con al Eurocopa del 2021 le saldrán un par de hojas verdes. Espero que cuando el frío nos devuelva la visita mi vecino Totoro esté muy fuerte.

Mi vecino Totoro