Cuando hace dos semanas avisé de que el blog cerraba unos días, no imaginé que a mi vuelta, todo iba a ser tan distinto. Me fui con la idea de pasar unos días acompañando a mi madre en el hospital, dejándola en casa recuperada cuando me marchara, y nada ha sido así. Vuelvo y ella ya no está, y es tan raro pensarlo...
A mi madre le diagnosticaron Mieloma Múltiple hace unos 14 años, y ha pasado 13 luchando contra esa enfermedad, que como imaginais, es un tipo de cáncer. Uno de esos extraños que no tiene cura. Pero que aún sabiéndolo, nunca relacioné el "no tiene cura" con "puede morir un día". ¿Raro, verdad? Si, porque ahora lo pienso y aunque me siento engañada, quizá fui yo la que jamás entendió como podían acabar las cosas. Pero a pesar de eso, nunca una se puede imaginar que todo acabe de esta manera, tan rápido, sin avisos, sin poder prepararse para ello. Mucha gente me ha dicho que ha sido una suerte, que no la hemos visto sufrir ni ella lo ha hecho, gente a la que quiero y que se que ha pasado por algo igual, porque es mi familia. Pero a mi me da por pensar que habría preferido imaginármelo, para poder prepararme, para poder despedirme. Porque cuando me marché hace dos lunes del hospital, después de quedarme con ella por la noche, no recuerdo si me despedí. No recuerdo que le dije, ni si le di un beso con un "hasta mañana", y eso me reconcome por dentro, aunque ahora ya no importe.
Mi madre era una mujer excepcional que siempre estuvo ahí para todos. Que formó una familia que aún no siendo perfecta, no puede ser mejor. Nos unió a todos en muchísimos momentos, haciendo que disfrutemos los unos de los otros, y no podría imaginarme con otros hermanos, ni con otros padres. Y aunque ella ya no esté y nos falté a todos, sé que seguiremos celebrando las mismas cosas juntos, sé que seguiremos comiendo muchos sábados todos juntos, porque no hay familia más unida que la nuestra.
Es duro perder a tu madre, algo para lo que nunca estás preparado. Siempre piensas que van a estar ahí
Sé que podría haber vuelto al blog con toda normalidad, sin necesidad de este post. Pero me apetecía compartir esto con vosotros, que conozcais algo de mi vida, y no solo de la parte literaria. Además, quería agradeceros vuestras palabras de ánimo, tanto aquí, como en facebook y en whatsapp. Gracias por no dejarme sola, y por demostrarme que esto va más allá de unas entradas y de literatura. Me faltan palabras para explicaros como me habeis hecho sentir.
El blog reabre sus puertas (aunque os dejé dos reseñas programadas que ni recordaba), y todo irá poco a poco volviendo a la normalidad. No me olvido de que tengo un sorteo activo y otros pendientes de abrir. No me olvido de nada, aunque la mayor parte del tiempo sea para recordarla a ella.
Nos leemos pronto ;)