Mi vida como un ‘dummy’

Publicado el 23 marzo 2011 por Carmentxu

Los dummies son maniquís de prueba llenos de sensores, que imitan las partes más críticas del cuerpo humano y que son sometidos a distintos tipos de situaciones adversas para evaluar las lesiones que podríamos recibir en un accidente similar. Son muy utilizados en el sector automovilístico.
Extremadamente sensibles como los dummies, los seres humanos estamos siendo también expuestos a severas condiciones medioambientales, burbujas, caídas, explosiones, impactos… Pero la tecnología va por barrios y, en nuestro caso, los aparatos encargados de medir el índice de sufrimiento y los daños ocasionados no parecen estar bien calibrados, se rigen por parámetros erróneos y, al fin, han quedado obsoletos. Nosotros, dummies en este campo de pruebas improvisadas, lanzamos señales de alerta tan débiles que apenas se oyen en medio del estruendo de cada crash.
Las pruebas de stress que presenta hoy la agencia de clasificación Standard&Poors (S&P) dibujan un escenario apocalíptico para la economía española hasta 2015 y, en general, para los países periféricos de Europa. Según la agencia, el escenario del desastre tendría tres fases: en la primera un aumento de los intereses de la deuda pública (conseguido), necesario para poder colocarla entre los inversores extranjeros. Esto daría como resultado una segunda fase: un deterioro de los problemas de financiación (en eso estamos) y, por último, una caída severa de la economía, que S&P calcula en 250.000 millones de euros para el sector bancario europeo. Nosotros, dummies accidentales, tan vulnerables, ¿cuándo empezaremos a conducir este coche destartalado de pruebas que, una y otra vez, choca contra la misma pared?