Mi Vida En Pedacito V

Entre nosotros siempre hubo conflictos, mi hermana Árleme que fue su segundo embarazo con Musa, de ella recuerdo solo el descuido en que estaba; metida dentro de un maltrecho corral con una maraquita rosadita entre sus manos entretenidas.  De ella hablaré poco, nos separaron cuando apenas tenía 2 años,  mi tía Olinda en una audaz acción luego de múltiples e incansables  peleas e insultos con Alcira y Albita,  se la llevó a vivir a su casa, le dio educación, amor y sobre todo alegría.  “En estas palabras que escribo, le doy gracias a dios por esa acción de mi tía”.

Mis deberes como niño no los cumplías, las pocas veces que estaba en la casa  nunca sentí el cariño, ni jugaba con ella y no miento. A veces hacía la tarea y cuando preguntaba algo se molestaba o temía un coscorroneo. Mi voz interior comenta “cuantos  cumpleaños  celebraron?”.

De mi progenitor, “Musa” como lo conocí, moreno oscuro de baja estatura, sombrerero, alegre, dicharachero, descuidado, borrachín y sin hogar. Llego a Caracas me imagino después que murió el general Gómez en el año 1935. Nació en el caserío Cumbo, Barlovento, importante región en el desarrollo y consecuencia de la esclavitud,  sus afro descendientes heredaron maltratos, confinamientos y el trabajo. En Caracas, vivió en San José, donde conoció a Alcira y a mi abuela. A mis tíos solo pude tener breve contactos, el estaba apartado de su familia, tenía amores con otra mujer, pero no sé si tuvo otros hijos. Entonces mi crianza  fue materna. Su romance se intensificó  cuando Alcira comenzó a vivir en Las Vegas de Petare. En sus arrebatos de amor  salió embarazada de Árleme.