Todas mis horas, negras;
mis ansias, aguas;
mi vida, tuya.
Una escalera que baja
a lo alto de una ventana
sale por la puerta trasera
y amanece en la explanada.
Todas mis horas, aguas;
mis ansias, negras;
mi vida, tuya.
Una veleta que gira
dentro de una vitrina
pierde siempre la partida
y nunca tiene despedida.
Todas mis negras, horas;
mis aguas, ansias;
mi vida, tuya.
Una vela que consuma
el anhelo que me queda
marchará pronto mañana
y lo hará sin su maleta.
Todas mis negras, mis horas,
mis aguas, mis ansias,
mi vida, tuya.