Me quedé en casa de Carmen, actriz y amiga desde hace muchos años; nuestros hijos crecieron juntos, pero nos han salido bastante distintos: el suyo es marino, y el mio, okupa...cosas de la vida.
El primer día que pasé en Madrid hacía frío y lloviznaba, pese a ello nos fuimos a dar una vuelta por El Retiro, que para eso estaba de turista. Por la tarde Carmen trabajaba en la Opera y me dí un paseo por la Plaza Mayor con Mayte, otra amiga también actriz. Más tarde fuimos a buscar a Carmen y nos tomamos unos vinos por el Madrid de los Austrias, como debe de ser.
Como es habitual en mi, hablé como una descosida, firmé un montón de libros y tuvimos una buena sesión fotográfica. Hubo muy buen ambiente y me sentí muy a gusto, como siempre, pero en esta ocasión, por un doble motivo: profesional y personal.
Y después de tan magno acontemiento, jeje, seguí haciendo el turista y disfrutando de Madrid, hasta la próxima, que creo que no tardará en llegar...
Cuando pueda pondré más fotos en el blog de Katmandú y en el Face, ya os avisaré.