De ahí que el otro día nos encontrásemos comentando lo bonito que sería poder tomarse unos meses sabáticos y dar la vuelta al mundo. Dónde iríais vosotros? Yo creo que empezaré a hacer una lista de aquellos lugares imprescindibles, de esos rincones desconocidos que uno no se puede morir sin visitar.
El primero que añado a mi lista es el Salar de Uyuni en Bolivia. Nunca había oído hablar de él y ha sido descubrirlo y enamorarme de este paisaje único y hermoso.
El Salar de Uyuni es un desierto, pero no de arena o lava, sino de sal, convirtiéndose así en el desierto de sal continuo más grande del mundo. A cuatro mil metros de altura, en Bolivia, se halla esta belleza de cerca de 11.000 kilómetros cuadrados.
Above pictures via
Para los amantes de la fotografía debería ser visita obligada puesto que al ser una extensión que a la vista no parece tener fin se pueden captar imágenes que crean bonitas ilusiones ópticas.Buenas noches y a seguir soñando con lugares así!