La obra de Benito Pérez Galdós refleja la realidad social actual en una novela de 1888
A través de las idas y venidas de la familia Villaamil, en la España de la Restauración, podemos ver el día a día de muchas familias actuales. Ramón Villaamil es un trabajador público que pierde su trabajo porque ha habido cambio en el gobierno. Es el turno de que quienes apoyaron al partido en el poder obtengan su puesto. ¡El pan nuestro que muchos trabajadores (puestos a dedo) comen tras cada elección municipal! Y ahí está Víctor, el yerno de don Ramón, un cabeza loca sin oficio que, gracias a sus muchos contactos, ve perdonados todos sus delitos y va ascendiendo poco a poco por los diferentes estamentos de la Administración.
Y, para más desgracia de don Ramón, su mujer, su cuñada y su hija viven conscientes de sus estrecheces económicas, pero viven más pendientes del que dirán los otros. Prefieren gastar lo que algunos amigos o conocidos les prestan para salir del bache en comprar telas para poder estrenar ropa para ir al teatro. Sólo cuando hay un ingreso extra se paga alguna deuda para que les sigan prestando y lo gastan todo. Sin tener previsión de la rápida vuelta a la escasez constante.
Una novela extensa, de 421 páginas, dividida en 44 capítulos por los que desfilan personajes de todo pelaje. Y, aunque está ambientada en Madrid, los hechos narrados podrían desarrollarse en cualquier lugar del mundo.