La libertad me parece un mito,
O bien un sobrenombre del vacío;
La libertad, francamente, me irrita,
Rápido se alcanza lo insípido.
He tenido varias cosas que decir
Esta mañana, muy temprano, hacia las seis
He caído en el delirio,
Después he pasado la aspiradora.
El no-ser flota alrededor
Y se pega a nuestras pieles húmedas;
De vez en cuando hacemos el amor,
Nuestros cuerpos están cansados. El cielo está vacío.
La verdad se extiende en charcosAlrededor de una tabla de carniceroEl amor de Dios es un timo,Miro a los perros tumbados
Que engullen las tripas verdosasCon una mueca casi alegre,Somos perros idólatrasY te noto muy cariñosa.
Cuerpos de las hembras, esperma de los machosMezclados por una oraciónQue rendimos a los poderes infernales,Estoy cansado de mis traiciones.
La verdad está en la sangreComo la sangre está en nuestras venas:Me acerco, te entro dentro,Apenas tienes ya forma humana.
Michel Houellebecq en Renacimiento (Acuarela Editorial, 2001).