Mickeal e Ingles durante el partido - Esport 3.
Los últimos meses han sido una maldición para Pete Mickeal, torturado por un tromboembolismo pulmonar, una obstrucción por un trombo de una o más arterias del pulmón. El percance se le diagnosticó en febrero poco después de haberse recuperado de una lesión de rodilla, con lo que la temporada pasada para el alero estadounidense resultó un curso casi en blanco, una lucha interminable por reaparecer a las pistas. Mickeal tuvo que ver como espectador los éxitos del Barça y sufrir la decepción de la Euroliga, torneo en el que fue fundamental en 2010 y en el reapareció de verdad esta temporada. Porque el 33 azulgrana se reconoció con 15 puntos en el sencillo triunfo del Barça en Liubliana ante el Olimpia (64-86), puro recital de Marcelinho Huertas, tan buen anotador (17) como asistente, pues el base brasileño repartió 8 de las 20 de su equipo.
A Mickeal le hacía falta como agua de mayo recuperar sensaciones. Había jugado todos los dos partidos de Supercopa y los tres de Liga, incluida la derrota en Sevilla, pero se le había visto falto de ritmo y de tino. Una canasta en juego y tres tiros libres, cinco puntos en total habían sido su anotación en 63 minutos. Números que el jugador triplicó en Liubliana, donde comenzó su suma con un triple que celebró con rabia y desahogo. Un gesto de liberación al principio del segundo cuarto, cuando el Barça había reconducido un inicio irregular (10-5) con Varda zampándose a Perovic, en los primeros minutos oficiales del pívot croata. Descartado en Liga y Supercopa y sin jugar desde la Lliga Catalana, Perovic acabó aprovechando la visita al Olimpia Liublina para reivindicarse con seis puntos y nueve rebotes. Se salió en el tramo final.
Sada, desacertado
Nunca se fue del encuentro Huertas, que en la pista se expresa igual de bien con la pelota que sin ella que los buenos conferenciantes con un micrófono. Marcelinho sabe latín para suerte de Vázquez, tan dispuesto siempre a machacarla, o de Lorbek, centro de atención en su país, Eslovenia. Huertas tuvo que emplearse más a fondo porque Sada (-4) no tuvo su noche y casi concretó una personal (4) por minutos disputados (6). Fue el único perdido de los azulgrana, que tuvieron momentos de desconexión, siempre replicados por Xavi Pascual con un tiempo muerto.
El técnico no perdona una, como cuando después los locales transformaron un claro 30-46 en un 40-47 tras un triple de Markota, otro ex ACB como Varda. Danny Green y Thompson hacían daño, pero Eidson y Navarro -sólo 9 puntos, el capitán está asumiendo un papel más discreto en este inicio de temporada- animaron ¿motivaron? de nuevo al Barça, que ya no se fue más del encuentro. Huertas repartía juego y Mickeal, Perovic e Ingles se lo pasaban pipa. Ante eso nada pudo hacer el Olimpia de Liubliana, acribillado en la pintura en el último cuarto. Un partido, al fin y al cabo, dirigido por Huertas y bien aprovechado por Mickeal y también por Perovic.
OLIMPIA LIUBLIANA 64 (19+11+21+13): Capin (2), Green (17), Salin, Markota (5) y Varda (16) -quinteto inicial-, Rothbart (4), Blazic (4), Thompson (9), Woodside (5), Bertans (-), Muric (2) y Morina. BARÇA 86 (24+17+20+25): Marcelinho Huertas (17), Navarro (9), Eidson (6), Lorbek (7) y Perovic (6) -quinteto inicial-, Ndong (6), Wallace (4), Mickeal (15), Sada, Fran Vázquez (10), Ingles (6) y Rabaseda. Árbitros: F. Rocha (POR), T. Sahin (ITA) y R. Nuran (TUR). Sin eliminados. Incidencias: 10.200 espectadores en partido de la primera fase de la Euroliga disputado en el Arena Stozice de Liubliana.